EL TAMBOR DE LA BOLSA - Trading en los Mercados Financieros desde 2007
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sábado, 5 de mayo de 2018

Escala Trías de Burbujas Financieras (y 2)


(Continuación de la primera parte: Escala Trías de Burbujas Financieras - 1)

Burbujas financieras y Crisis subsiguientes


La clasificación de las burbujas en diferentes niveles de gravedad puede parecer un ejercicio demasiado académico, pero tiene más utilidad de la que nos imaginamos. Normalmente, no es difícil detectar cuándo un mercado ha entrado en modo burbuja. En cambio, es tremendamente complicado identificar cuál va a ser la duración de dicha burbuja. Y, sobre todo, son difíciles de determinar tanto las consecuencias del estallido posterior como la duración de la crisis subsiguiente. Desde el punto de vista de la inversión, tener una burbuja clasificada nos puede ayudar a disolver parcialmente la nebulosa que envuelve el futuro.

Burbuja de Internet (1995-2006)

De hecho, conocer el nivel de gravedad de una burbuja nos puede apoyar en dos sentidos. Por un lado, si detectamos que nos encontramos ante un evento de grado 3 o superior, sabremos que lo más sensato será ir reduciendo nuestro apalancamiento en todas las inversiones que estemos realizando. A pesar de lo que pueda parecer, la mayoría de los problemas del inversor de a pie no están provocados por las caídas de los activos tras el fin de la burbuja. Normalmente, los aprietos vienen motivados por el uso extensivo de créditos para especular con los precios en ascenso. Cuando comienzan las caídas, este apalancamiento nos impide salir con la suficiente rapidez y, por tanto, la bancarrota es inevitable.

Por otro lado, si se ha producido el estallido de una burbuja de grado 3 o superior, debemos ser conscientes de que lo más probable es que la duración de la crisis posterior sea superior a 5 años. Es importante armarse de paciencia y tratar de no volver demasiado rápido al mercado. Lo más sensato será esperar hasta que se dibuje un suelo y hasta que el activo vuelva a marcar una pequeña tendencia alcista de medio plazo. Obviamente, así nunca entraremos en el precio mínimo pero, como contrapartida, evitaremos entrar en activos cuyos movimientos descendentes todavía se encuentran en pleno desarrollo...

Burbuja previa al Crack del 29 (1924-1932)

Conclusiones sobre la Escala Trías de Burbujas


Lo que me parece interesante de la Escala Trías es el concepto de que no todas las Burbujas financieras son iguales. La verdad es que yo, hasta hace poco, no distinguía unas de otras. Desde un punto de vista técnico, un activo  entra en modo burbuja cuando lleva mucho tiempo subiendo y el precio se encuentra claramente sobreextendido con respecto a sus medias móviles de largo plazo. Por tanto, si no te fijas en las causas fundamentales que han provocado el aumento de precio, para ti una burbuja de grado 1 es casi idéntica a otra de, por ejemplo, grado 4. De ese modo, tu comportamiento en un escenario u otro será muy parecido.

Sin embargo, con este conocimiento adicional, ahora habrá que establecer reglas diferentes para unos casos u otros. No deberíamos reaccionar igual ante una burbuja estilo Tulipanes 1637 que ante otra burbuja estilo Subprime 2007. En ambas los activos se desploman ante el estallido de la misma, pero las consecuencias posteriores son muy distintas. En el primer caso prácticamente nos bastará con cambiar de activo y comenzar a buscar oportunidades en otros mercados. Sin embargo, en el segundo caso la economía global se ve afectada y, por tanto, no sería nada recomendable tratar de seguir buscando tendencias alcistas.

Para que nos hagamos una idea, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en España (de grado 5), la grave crisis posterior se prolongó hasta 2015, durando nada menos que 8 años. Cuando estemos en las primeras etapas de una crisis de esta magnitud, hay que tomarse muy en serio lo de no precipitarse a la hora de buscar tendencias alcistas. Dicho de otra forma: 12 meses de luto pueden ser más que suficientes para una burbuja de grado 1, pero para una burbuja de grado 5 probablemente debamos dedicar más tiempo al análisis de la situación antes de lanzar nuestras estrategias de largo plazo.


En cualquier caso, el uso de un sistema de inversión siempre nos va a ayudar a evitar quedar atrapados en un desplome de activos. Y, si la estrategia es de eficacia probada, también nos servirá para buscar el timing adecuado a la hora de regresar a los mercados. Pero nunca nos vendrá mal realizar un mínimo análisis de la situación macroeconómica para saber en qué punto de la hoja de ruta nos encontramos. Sobre todo, nos ayudará a no precipitarnos si nuestro sistema lleva tiempo sin dar señales y si estamos empezando a sentir un impulso malsano de operar a toda costa...

Finalmente, os dejo un enlace a un vídeo en el que se habla del Top 5 Burbujas financieras más grandes de la historia. Su duración es de tan sólo 5 minutos, así que podéis echarle un vistazo en cualquier hueco del que dispongáis. Siempre viene bien incrementar nuestra información acerca de las burbujas económicas...


Pues nada, eso es todo lo que tenía que comentaros con respecto a la Escala Trías de Burbujas Financieras. Espero que esto os sirva, como a mí, a la hora de establecer el escenario base sobre el que activar o desactivar vuestras estrategias de inversión. Cualquier duda que tengáis, ya sabéis que podéis dejarla aquí abajo...

Saludos.

sábado, 28 de abril de 2018

Escala Trías de Burbujas Financieras (1)

Cualquier inversor que lleve algún tiempo operando habrá oído hablar hasta la saciedad del término Burbuja Financiera y, por desgracia, en algún momento habrá caído presa de alguna de ellas. Pero, ¿todas las burbujas son iguales? En general, solemos imaginar que los mercados financieros sólo pueden estar en dos estados básicos: en valor justo o en situación de burbuja. Sin embargo, el concepto de burbuja no hace referencia a una única realidad y, más bien al contrario, podemos encontrarnos con varios tipos de ellas. Es más, incluso pueden ser clasificadas en función de su gravedad. Eso es lo que intenta hacer el economista Trías de Bes con su famosa Escala de Grados de Burbujas Financieras.

Estructura de las Burbujas Financieras


Seguro que en multitud de ocasiones habéis visto la evolución de un determinado activo y habéis concluido que se encontraba en una clara burbuja especulativa. No es demasiado difícil, hasta cierto punto, detectar cuando un mercado ha entrado en situación de sobrecompra extrema. De hecho, yo he identificado varios de estos escenarios aquí mismo en el blog. Sin embargo, otra cosa bien diferente es determinar cuánto va a durar ese estado hasta que se produzca el estallido de la burbuja. Por desgracia, en el mundo financiero no es nada fácil predecir si una burbuja va a prolongarse durante un año, tres años o cinco años...

En general, los inversores suelen clasificar a los mercados en dos grandes grupos. Por un lado, los que están baratos y son buena inversión por valor. Y, por otro lado, aquellos que son muy caros y están experimentando una sobrecompra extrema. Cuando nos encontramos con un mercado de este segundo tipo, decimos que estamos ante una burbuja especulativa sobre dicho activo. Todo el mundo comienza a hablar de lo mucho que han subido los precios y de las grandes rentabilidades que se han ganado por el camino. Y nadie suele entrar en los detalles específicos de la burbuja.



Afortundamente, hay economistas que en su momento ya se dieron cuenta de que no todas estas sobrecompras críticas son iguales. Hay burbujas de muy diversa duración y, lo más importante, el estallido posterior tiene consecuencias muy diferentes según nos encontremos ante un caso u otro. Es decir, no todos estos escenarios tienen la misma gravedad. Para ayudarnos a clasificar estos eventos, con el tiempo se han ido creando diversas escalas enumerando los distintos grados en los que se puede encontrar una determinada burbuja. Una de las más relevantes, desde mi punto de vista, en la escala de Trías de Bes.

Escala Trías de Burbujas Financieras


Fernando Trías de Bes es un reputado economista español que, fundamentalmente, es conocido por ser autor de diversos libros de divulgación financiera. Entre sus creaciones figuran títulos tan conocidos "La buena suerte", "El vendedor de tiempo" o "El libro negro del emprendedor". En 2009 publicó "El hombre que cambió su casa por un tulipán", obra en la que dió forma a su escala de gradación de burbujas financieras. Se trata de un trabajo más que notable y dichos grados son de gran utilidad a la hora de identificar ante qué tipología de burbuja nos estamos enfrentando.

A continuación, vamos a echar un vistazo a los diversos tipos de burbujas financieras que se pueden formar en los mercados tendenciales. La idea es dar unas pinceladas para cada uno de los grados. Si queréis mayor detalle de cada tipología, os recomiendo la lectura del libro del autor ("El hombre que cambió su casa por un tulipán"). Ahí encontraréis una definición profunda de cada uno de los niveles de burbuja y, además, tendréis acceso a la descripción de ejemplos reales sacados de los últimos 500 años de historia económica.

Burbuja de los Tulipanes (1634-1638)

Dicho lo anterior, vamos ya con el contenido prometido. Los grados de burbujas financieras con los que nos podemos encontrar son los siguientes.

- Grado 0 - Recesión sin Burbuja: Se trata de la crisis básica. En realidad, esta situación se produce cuando el mercado se enfrenta a una recesión psicológica que se ha generado sin ninguna causa económica subyacente. Los únicos efectos de este escenario son un ligero incremento del paro y una ligera contracción de la economía. No suelen tener demasiada duración en el tiempo. Básicamente, este grado se emplea como nivel base con el que comparar la gravedad de las verdaderas burbujas que iremos viendo en los puntos siguientes.

- Grado 1 - Burbuja financiada con Ahorro: Se trata de la burbuja menos preocupante, ya que la expansión ha sido financiada con ahorro y sin apalancamiento. Durante la burbuja se aprecia un notable incremento del precio del activo y, tras su explosión, se produce un descenso de la misma magnitud. Los efectos generados por esta crisis son un moderado incremento del paro y una moderada contracción de la economía. De entre las burbujas de grado 1 más famosas de la historia, podemos rescatar la Burbuja de los Tulipanes (1634-1637).

- Grado 2 - Burbuja financiada con Deuda: La gravedad de la crisis crece cuando la burbuja está financiada con préstamos procedentes de expansión monetaria. Aquí se produce un importante incremento del precio del activo que, tras la explosión, va seguido de un contundente desplome del mercado. Los efectos más importantes del estallido son los siguientes: contracción económica, aumento del paro y aparición de bastante cantidad de gente arruinada. La historia también nos ha proporcionado ejemplos notables de grado 2: la Burbuja de los Mares del Sur (1711-1720) y la Burbuja de Internet (1995-2000).

Burbuja de los Mares del Sur (1719-1723)

- Grado 3 - Burbuja financiada por la Banca: la crisis aumenta su gravedad cuando la deuda adquirida durante la burbuja ha sido financiada por la banca internacional. A partir de este grado (nivel 3 y superiores) todo el mundo ha percibido claramente el espectacular aumento de precio durante la burbuja y, del mismo modo, también ha sufrido el dramático desplome posterior. Por tanto, aparece una gran cantidad de inversores arruinados y la economía se contrae en gran magnitud. Otro efecto importante de este tipo de burbujas es la materialización de quiebras bancarias, cuya consecuencia es la afloración de una importante estrangulación del crédito. ¿Cuál es el evento de grado 3 más famoso de la historia? No requiere mucha presentación, pues se trata ni más ni menos que de la Burbuja previa al Crack del 29 (1921-1929).

- Grado 4 - Burbuja con refinanciación de la Morosidad: aún se pueden sufrir peores consecuencias si los prestamistas de la deuda intentan sortear los problemas procediendo a la refinanciación de los créditos morosos. Al igual que en el grado anterior, aquí también se asiste a una asombrosa subida de precios y a una no menos asombrosa caída posterior. La tasa de paro se desboca y multitud de personas se arruinan. ¿Qué efectos diferencian esta crisis de los del grado anterior? Fundamentalmente, la generalización de las quiebras bancarias y una muy alta estrangulación del crédito. Un ejemplo histórico de grado 4 es la Burbuja de las Subprime de EE.UU. (2003-2007).

- Grado 5 - Burbuja sobre Bienes de Consumo: llegamos por fin a la burbuja de grado superior. Estos escenarios se producen cuando los especuladores se han cebado con algún tipo de Bien de Consumo, sobre todo si es de primera necesidad. Los efectos más característicos del estallido de este tipo de burbujas son los siguientes: paro universal, alto porcentaje de gente arruinada, grave contracción económica y quiebras bancarias generalizadas. El escenario de depresión posterior suele tener bastantes años de duración. Tenemos ejemplos históricos de grado 5 bastante recientes: la Burbuja Inmobiliaria de Japón (1980-1990) y la Burbuja Inmobiliaria de España (2000-2008).

Burbuja Inmobiliaria de Japón (1980-2003)

Con esto acabamos el repaso a los 6 grados en los que está estructurada la escala Trías de burbujas financieras. Como hemos visto, cada grado va añadiendo problemas y consecuencias adicionales a los generados en el nivel anterior. De este modo, es relativamente fácil identificar en cuál de ellos se haya un determinado evento. Será un ejercicio interesante intentar ir clasificando cada una de las burbujas que nos vayamos encontrando en el camino. De este modo, sin duda tendremos una idea más clara de cuál es la duración prevista para la crisis posterior al estallido.

(Continuará en la segunda parte: Escala Trías de Burbujas Financieras - y 2)

sábado, 25 de marzo de 2017

¿Stoploss en Sistema de Value Investing?

Hace algún tiempo vimos cuáles eran los pasos que había que seguir para implementar una estrategia clásica de inversión en Acciones de Valor. En particular, estuvimos revisando un selector clásico que hace las delicias de los defensores del análisis fundamental. Si vosotros también creéis firmemente en el Value Investing, este sistema de largo plazo encajará perfectamente con vuestra metodología de inversión.

En su día fuimos examinando en detalle las reglas necesarias para filtrar las acciones con mayor potencial desde el punto de vista de la inversión por Valor (ver post Selector de Acciones de Valor - y 2). Y, del mismo modo, hicimos hincapié en la importancia de hacer un seguimiento periódico de los títulos extraídos. Finalmente, incluí un comentario rápido en el que mencionaba la posibilidad de añadir un stoploss a esta estrategia. Aunque no considero imprescindible su empleo en este tipo de selector, no viene mal profundizar un poco más sobre este asunto.

¿Usar stoploss en un Selector de Acciones de Valor?


Una cuestión más controvertida que la tratada en post anteriores es la del uso de stop en los títulos extraídos con el Selector de Acciones de Valor. ¿Se debería usar stoploss o, una vez seleccionadas las empresas, se debería dejar que muestren su potencial independientemente de la evolución del precio? La verdad se trata de una cuestión muy personal y el hecho de usarlo (o no) va a depender de cada inversor.

Personalmente, aunque el stop no está muy bien visto en el mundo del análisis fundamental, prefiero incorporarlo en las carteras basadas en selectores. En líneas generales, suelo emplear un stoploss del -20% (aunque podría valer cualquiera situado en el rango entre -15% y -25%). De esta forma, evitaremos mantener en cartera títulos que sufran desplomes superiores al -50%, cosa que suele ocurrir más a menudo de lo que nos gustaría admitir.



Por tanto, una vez que realicemos la compra de los valores extraídos por el selector de acciones, procederemos a situar un stoploss del -20% en cada uno de ellos. Posteriormente, en cada una de las revisiones periódicas que hagamos también tendremos que ir actualizando dicho stop.

- Trailing stop: si el título ha subido desde la última revisión periódica realizada, entonces procederemos a situar el stop un -20% por debajo del precio actual.

- Mantener stop: si el título ha bajado desde la última revisión periódica realizada, entonces mantendremos el stop en el mismo punto en el que se encuentre en ese momento, independientemente del precio actual del activo.

Vuelvo a repetir que el uso de stoploss no es algo obligatorio. Su uso en las estrategias basadas en análisis fundamental no sirve para mejorar la rentabilidad de las mismas a largo plazo. Aunque, eso sí, suelen ser muy efectivos para reducir la volatilidad de la cartera. A mi me vale con esto último y por eso lo empleo a menudo. Sin embargo, eso no quiere decir que tú tengas necesidad de utilizarlos también. Simplemente se trata de una herramienta más: tú decides si la empleas o no.


Conclusiones del Selector de Acciones de Valor


Como hemos dicho al principio, la estrategia de selección de Acciones de Valor es una de las más famosas que existen y, de hecho, es la que suele identificarse más claramente con el análisis fundamental. ¿Por qué ocurre esto? La razón es que la idea de este selector es buscar las empresas con mejores ratios fundamentales y que estén cotizando a un precio razonable. De este modo, aunque no se trate de compañías que estén de moda en el momento actual, sí que vamos a disfrutar de modelos de negocio que tengan un beneficio consistente.

En particular, el Selector clásico de Acciones de Valor del que hemos hablado se basa (junto al precio y la capitalización bursátil) en los indicadores PER, PER Futuro, PVC, PV y las recomendaciones de los analistas. La idea es que todos estos ratios sean pequeños y, en cualquier caso, que estén por debajo de la media del mercado. Con estos mimbres, no es difícil inferir que se trata de una selección conservadora de empresas.

Tip: Aquí podéis ver una estrategia para batir a los Fondos de Value Investing.

Una vez que hayamos incorporado en cartera los mejores títulos extraídos por nuestro Screener de Bolsa preferido, hemos de tener en cuenta que tendremos que seguir haciendo un seguimiento de la misma. Para ello, disponemos de dos herramientas principales. Por un lado, la revisión periódica, que hará que cada trimestre (o cada mes o cada año) incorporemos a los mejores valores. Por otro lado, el stoploss, que nos servirá para disminuir la volatilidad de la cuenta e impedirá que una acción siga en cartera cuando haya perdido más de un -20% o de un -25% de su precio.


Por supuesto, antes de poner en práctica este selector de acciones, tenemos que decidir si la inversión por valor encaja con nuestra filosofía. Recordemos que, si no es así, tenemos otras opciones disponibles: inversión en crecimiento, estrategias GARP, por datos macro, por dividendos, por sectores, por fuerza relativa, etc... Y si, aún así, no encontramos nada que encaje con nosotros, siempre podemos irnos al análisis técnico o al análisis chartista, donde seguro que podremos encontrar un sistema de trading adecuado para nuestra personalidad.

Para despedirme, os dejo un enlace a un vídeo en el que Warren Buffett explica cómo hay que valorar una acción, es decir, lo que sería la base de una estrategia de Value Investing. Dura menos de 5 minutos, así que no tendréis que dedicarle mucho tiempo y puede que aprendáis algo importante.



Y nada más. Eso era todo lo que quería contaros por hoy. Espero que la información haya servido para que quede claro cómo debe ponerse en marcha una estrategia de Selección de Acciones de Valor. Si os queda alguna duda, me la dejáis en los comentarios.

Saludos.

sábado, 18 de marzo de 2017

Selector de Acciones de Valor (y 2)

Hace algunas semanas comenzamos a ver cuáles eran los pasos que había que seguir para elaborar un selector de Acciones de Valor. Se trata de una estrategia basada en el concepto de Value Investing y, en particular, en la revisión que estamos haciendo hemos decidido centrarnos en un estilo clásico de filtrado. Si eres seguidor del análisis fundamental, probablemente esta técnica de inversión encaje perfectamente con tu mentalidad.

En la primera parte del artículo estuvimos viendo cuáles eran los filtros que había que establecer para extraer una lista de acciones con potencial alcista, siempre desde el punto de vista de la Inversión por Valor (ver post Selector de Acciones de Valor - 1). Hoy trataremos de dar unas últimas pinceladas para completar la estrategia y también haremos hincapié en la revisión periódica del selector. Continuemos, pues, con la cartera clásica de Acciones de Valor.

Cartera Clásica de Acciones de Valor


Obviamente, como hemos comentado, una opción sería incluir directamente los 15 títulos en nuestra cuenta de inversión. Sin embargo, es más que posible que nuestra estrategia de inversión tenga algún tipo de limitación en este sentido. Imaginemos, por tanto, que nuestras reglas únicamente nos permiten mantener un máximo de 10 títulos tecnológicos en cartera.


Entonces, a la vista de las 15 acciones extraídas por el filtro, ¿con cuáles nos quedaríamos? Bueno, aquí tendríamos dos formas claramente diferenciadas de hacer la selección.

1º) Selección Cualitativa: En este caso, nos guiaremos por criterios cualitativos. Esto es, por criterios que no pueden ser recogidos por ningún ratio numérico. Por ejemplo, podríamos decidir quedarnos con aquellas empresas que tengan alguna (o varias) de las siguientes características.

- Las mejores marcas.
- El mejor equipo directivo.
- El mejor marketing.
- Los clientes más fieles.
- Las mejores patentes.
- Los mejores proveedores.
- Las mejores carteras inmobiliarias.
- La mejor responsabilidad social corporativa.
- Sin demandas potenciales.
- Etc...


En realidad, aquí hay mucho de valoración subjetiva y cada inversor tendrá sus preferencias. Lo bueno es que ya estamos trabajando con 15 grandes títulos y, por tanto, hay menos probabilidades de que cometamos algún error relevante.

2º) Selección Cuantitativa: En este caso la elección se realizará en función de los ratios fundamentales. Lo más normal es que nos quedemos con los valores que muestren mayor fortaleza en los indicadores. Por ejemplo, podríamos quedarnos con aquellos títulos que tengan mejor PER o mejor PER Futuro, ya que este ratio es el más importante desde el punto de vista de la inversión por Valor.

Tip: ¿Sabías que también se pueden elaborar estrategias con el PER a nivel de país?

A este respecto, el screener de Finviz nos permite mostrar por pantalla únicamente aquellos ratios que consideremos más relevantes (pestaña "Custom"). 

Screener Finviz: Filtro Clásico de Acciones de Valor (Custom)

En la imagen anterior se han incluido únicamente los indicadores que hemos tenido en cuenta a la hora de elaborar nuestro Selector de Acciones de Valor (Capitalización, PER, PER Futuro, PV, PVC, Recomendaciones y Precio). Como vemos, en la ventana la lista aparece ordenada en función del PER, pero podría clasificarse por cualquiera de los otros indicadores mostrados.

Siguiendo con el tema de la selección cuantitativa, una forma muy interesante de quedarnos con los 10 mejores valores del listado es tener en cuenta todos y cada uno de los 5 ratios del selector: PER, PER Futuro, PVC, PV y Recomendación. Así, no continuaremos simplemente con los títulos con mejor PER o con mejor PVC, sino con los que tienen un mejor promedio en todos los indicadores. Es cierto que este filtrado lleva algo más de tiempo, pero también produce mejores resultados a largo plazo.

En el caso del ejemplo, yo he realizado la búsqueda de los títulos que tienen una mejor valoración en el promedio de los 5 ratios. Así, nuestra cartera de inversión quedaría compuesta por los siguientes valores: CANADIAN SOLAR, POPULAR, ENCORE CAPITAL GROUP, ARCBEST CORPORATION, COVENANT TRANSPORTATION GROUP, WESTERN DIGITAL CORPORATION, ATLAS AIR WORLDWIDE, SAIA, FEDERATED NATIONAL HOLDING y RUSH ENTERPRISES.


Esta sería la forma de quedarnos con un grupo restringido de compañías, siempre y cuando nuestra estrategia de inversión no nos permita incorporar el listado completo de títulos extraído por el Selector de Acciones de Valor. Como veis, aunque hay dos formas de hacer la selección final, no es difícil deducir que tengo inclinación por el filtrado cuantitativo. De todas formas, no os preocupéis demasiado por este punto ya que, en realidad, todas las acciones del listado del Selector se corresponden con empresas de gran calidad.

Revisión periódica del Selector de Acciones de Valor


Una vez elegidos los valores que deberán formar parte de nuestra cartera de inversión, llega el momento de abordar el tema de la revisión periódica de la extracción. Se trata de una operación que no está asociada únicamente a este tipo de Selector y que, en realidad, hay que realizar en todas las estrategias pasivas de inversión. La razón es que, aunque nuestro screener nos devuelva las 10 mejores acciones del momento actual, existe la posibilidad de que alguno de estos valores no merezca seguir estando en la lista dentro de 3 meses.


Por tanto, ¿cada cuánto tiempo deberíamos revisar nuestra cartera? En estos casos, yo siempre hago referencia a los 3 posibles niveles de revisión.

- Revisión mensual:  para los traders más activos, lo más recomendable es hacer una revisión mensual. Esto implica lanzar el selector cada mes y cambiar los valores que sean necesarios. Se venden los que ya no se extraigan con el filtro y se compran los nuevos títulos seleccionados.

- Revisión trimestral: para los inversores promedios debería bastar con hacer una revisión trimestral de la cartera. Las empresas suelen presentar sus resultados trimestralmente, así que lo más normal es que no haya grandes variaciones en períodos más pequeños de tiempo.

- Revisión anual: a los inversores más conservadores les podría valer con hacer una única revisión cada año. Probablemente se nos escape alguna empresa en declive pero, a cambio, concederemos más tiempo al resto de títulos para que dejen aflorar su rentabilidad por Valor.

En cualquier caso, lo que no debemos hacer es dejar la cartera más de un año sin revisar. Conozco inversores que hacen una selección de valores y luego se olvidan de ellos. Cuando, 5 años más tarde, consulten el estado de la cartera, puede que se lleven alguna sorpresa desagradable. Aunque hayamos seleccionado a los mejores valores del momento, eso no quiere decir que no vayan a tener contratiempos imprevistos a lo largo de los años. La revisión periódica es imprescindible.


Con todo lo comentado en este post y en el anterior, ya deberíamos ser capaces de implementar una estrategia basada en la selección de Acciones de Valor. Quedaría un único punto por discutir y es el de si queremos introducir stoploss en nuestros títulos o no. Los resultados a largo plazo son similares en ambos casos aunque, eso sí, el uso de stoploss (y de trailing stop) sirve para disminuir la volatilidad de la curva de rentabilidad de nuestra cuenta. Así que, en realidad, dependerá de la psicología de cada inversor tomar una alternativa u otra.

Pues nada, eso es todo por lo que respecta al Selector de Acciones de Valor. Como he dicho más arriba, una vez que hemos visto el filtro tradicional, en el futuro intentaré hablaros de otras tipologías de selectores. En cualquier caso, comentadme cualquier duda que tengáis sobre este tema.

Saludos.

viernes, 10 de marzo de 2017

Selector de Acciones de Valor (1)

Hace algunas semanas estuvimos hablando de cuáles eran las características básicas de la Inversión por Valor (Value Investing en inglés). Se trata del tipo de análisis fundamental más clásico y que suele tener mayor aceptación entre el público general. Tras revisar los conceptos teóricos, hoy vamos a ver cómo se podría implementar con ellos una estrategia de inversión que sea consistente y rentable a largo plazo.

En el post mencionado hablábamos de cuáles eran los ratios fundamentales más relevantes y que no podían faltar en nuestro sistema. Lo que vamos a hacer con ellos es elaborar un filtro que nos seleccione aquellos activos con mayor potencial desde el punto de vista del Valor. En particular, en el artículo actual nos vamos a centrar en la creación y posterior mantenimiento de un subtipo denominado Filtro Clásico de Acciones de Valor.

Filtro Clásico de Acciones de Valor


A continuación, vamos a ver cuál debería ser el rango filtrado para cada uno de los ratios fundamentales mencionados anteriormente.

1º) Precio de la acción: Lo ideal es seleccionar acciones cuyo precio se encuentre por encima de los 5 euros. De esa manera, lo que se pretende es evitar trabajar con Penny Stocks en esta estrategia.

2º) Capitalización bursátil: Vamos a centrarnos en aquellas acciones con capitalización superior a los 100 millones de euros. De esta manera, evitaremos que en nuestra cartera se incorporen Micro Caps.

3º) Ratio PER: El ratio PER (Precio / Beneficios) debe ser un 25% inferior al PER promedio de su índice de referencia. Por ejemplo, si el PER promedio del Eurostoxx es 20, entonces en ese momento nosotros sólo buscaremos títulos europeos cuyo PER sea inferior a 15 (un 25% menor que el promedio). Por supuesto, el valor del PER también tendrá que ser mayor que cero (esto es, no queremos acciones con PER negativo).

4º) Ratio PER Futuro: Del mismo modo, también buscaremos títulos con un PER Futuro (también llamado PER Avanzado o PER Estimado) que sea un 25% inferior al PER Futuro promedio de su índice de referencia. Adicionalmente, tendremos que asegurarnos de que el PER Futuro sea mayor que cero.




5º) Ratio PVC: El parámetro PVC (Precio / Valor Contable) debe ser un 25% inferior al PVC promedio de su índice de referencia. Recordemos que este indicador no puede ser negativo. Por ejemplo, si el PVC promedio del Ibex es 2, entonces buscaremos únicamente títulos españoles cuyo PVC sea inferior a 1,5 (un 25% menor que el promedio).

6º) Ratio PV: El ratio PV (Precio / Ventas) debe ser un 25% inferior al PV promedio de su índice de referencia. Recordemos que este indicador no puede ser negativo. Por ejemplo, si el PV promedio del SP500 es 2, entonces nos quedaremos con títulos americanos cuyo PV sea inferior a 1,5 (un 25% menor que el promedio).

7º) Recomendación de Analistas: Finalmente, nos quedaremos con aquellos títulos en los que el consenso de Recomendaciones de los Analistas sea de Compra (BUY) o de Fuerte Compra (STRONG BUY). Esto evitará que en nuestra cartera entren compañías con pocas expectativas futuras.

Tip: No confundir las recomendaciones de los analistas con las predicciones de los gurús.


Lanzar el selector con estos siete parámetros fundamentales nos asegurará la obtención de una lista de acciones de Valor de gran calidad. Probablemente cualquiera de los títulos extraídos sería adecuado para formar parte de nuestra cartera de largo plazo. Pero lo mejor de todo es que, a partir de dicha lista, nosotros podremos seleccionar aquellas empresas que nos merezcan mayor confianza o que nos parezcan más prometedoras desde un punto de vista cualitativo.

Screener Clásico de Acciones de Valor


Para ver cómo podríamos poner en práctica todo lo comentado anteriormente, vamos a usar un screener que tenga disponibles los parámetros mencionados. A mi particularmente me gusta el Screener de Finviz, ya que es gratuito y muy completo, así que será ese el que usemos en el post. Pero eso no significa que vosotros no podáis utilizar vuestro screener preferido. Si se establece el filtro correctamente, dará igual emplear una herramienta u otra.



A continuación, vamos a elegir como universo el conjunto de las acciones que esté cotizando en el mercado americano Nasdaq. Por tanto, lo primero que tendremos que hacer es obtener los ratios fundamentales promedio del índice de referencia, ya que posteriormente serán necesarios a la hora de crear el filtro (tal y como hemos visto más arriba).

Tras consultar estos datos, vemos que los valores actuales son los mostrados en las líneas siguientes. El ratio PER está situado en 20, el ratio PER Futuro también en 20, el indicador PVC está en 2,7 y el indicador PV se encuentra en 2,7. Esta es la información que usaremos como punto de partida para generar el selector de acciones de Valor.



Posteriormente, vamos a calcular el umbral que tenemos que introducir en cada uno de los ratios. Recordemos que tenemos que descontar un 25% a los valores anteriores. Por tanto, tendremos que buscar un PER inferior a 15, un PER Futuro inferior a 15, un PVC por debajo de 2 y un PV por debajo de 2. De este modo, el filtro debería quedar establecido de la siguiente forma.

- Exchange: NASDAQ
- Market Cap.: +Small (over $300mln)
- Price: Over $5
- Analyst Recom.: Buy or better
- P/E: Under 15 (ratio PER)
- Forward P/E: Under 15 (ratio PER Futuro)
- P/S: Under 2 (ratio PVC)
- P/B: Under 2 (ratio PV)

Dicho esto, nos vamos al screener de Finviz para cargar los datos. Introducimos los valores anteriores y ejecutamos el filtro realizado. Si tenemos acceso a la versión premium, podremos introducir 100 millones en el campo capitalización bursátil; si no tenemos acceso, no pasa nada, seleccionaremos la opción 300 millones (como he indicado arriba) y ya está.

Screener Finviz: Filtro Clásico de Acciones de Valor (Overview)

Como vemos en la imagen anterior, el screener nos ha extraído un listado de 15 acciones que cumplen con los parámetros indicados previamente. En esta pantalla se nos muestra el nombre de la compañía, el sector asociado, la industria a la que pertenece, el precio, la capitalización bursátil, etc... Es decir, los datos generales de los títulos seleccionados.

Si queremos, también nos podríamos desplazar a la pestaña "Valuation", donde se nos mostrarán los datos fundamentales de los 15 títulos extraídos. En esta segunda ventana se muestran ratios tales como PER, PER Futuro, PEG, PVC, PV, etc... Se trata de todos los indicadores que harían las delicias de los inversores que operan en base al Análisis Fundamental.

Screener Finviz: Filtro Clásico de Acciones de Valor (Valuation)

Pero bueno, centrémonos en nuestro selector. Como decíamos, tras filtrar todas las empresas del Nasdaq mediante las parámetros anteriores, al final nos hemos quedado con una lista reducida de 15 títulos. Como vemos, todos ellos tienen un PER comprendido entre 0 y 15 (recordemos que no aceptamos valores negativos). Son los siguientes.

- ATLAS AIR WORLDWIDE
- ARCBEST CORPORATION
- POPULAR
- CANADIAN SOLAR
- COVENANT TRANSPORTATION GROUP

- ENCORE CAPITAL GROUP
- FEDERATED NATIONAL HOLDING
- FIRST SOLAR
- LANDS END
- MULTI-FINELINE ELECTRONIX

- PC CONNECTION
- RUSH ENTERPRISES
- SAIA
- SUPER MICRO COMPUTER
- WESTERN DIGITAL CORPORATION

Finalmente, aquí tenemos a las compañías del Nasdaq que nos devolvería el Filtro Clásico de Acciones de Valor. Podemos tener la seguridad de que todas ellas tienen unos ratios fundamentales por encima de la media y unas excelentes expectativas de futuro. De hecho, no habría ningún problema en que todas ellas pasaran a formar parte de nuestra cuenta de inversión (siempre y cuando nuestra diversificación nos permita tener tantos valores tecnológicos en cartera).

Tip: Hablando de diversificación, ¿conoces la Filosofía de trading de Ed Seykota?


Por cierto, si alguna vez lanzamos el filtro y no nos extrae ningún valor, eso significa que no nos encontramos en el momento adecuado para invertir en el mercado. Probablemente la Bolsa lleve muchos años subiendo y la mayoría de los títulos se encuentren sobrevalorados. Por favor, no forcemos el filtro para que nos devuelva alguna acción. En estos casos es mejor tener paciencia y esperar a que las variaciones de los ratios hagan que las empresas vuelvan a cumplir de nuevo con las condiciones del Selector (cosa que ocurrirá, seguramente, tras la consecución de alguna corrección importante en el mercado).

El próximo día, en un nuevo post, continuaremos viendo los pasos que hay que seguir para ir implementando un selector de Acciones de Valor. Como he dicho más arriba, nos estamos centrando en un screener de estilo clásico, aunque realmente existen otras muchas variantes de este tipo de estrategia. Si tengo tiempo, es probable que en un futuro os vaya comentando también cómo se pueden desarrollar algunos otros estilos menos tradicionales.

Y nada más, eso es todo por ahora. Quedamos todos citados para la segunda parte del artículo, donde completaremos la revisión que hemos iniciado hoy. Continuaremos dentro de algunas semanas...

Saludos.

sábado, 4 de marzo de 2017

Rasgos de la inversión por Valor

Una de las estrategias más conocidas en el mundo de la inversión, y sobre todo en el área del análisis fundamental, es la basada en la selección de acciones de Valor. Se trata de un sistema orientado al largo plazo y considerado relativamente defensivo, ya que permite reducir las pérdidas durante las épocas bajistas. Eso sí, hay que tener en cuenta que su rentabilidad también será menor cuando nos encontremos en plena tendencia alcista de largo plazo.

Inversión por Valor o Value Investing


La búsqueda de Valor (o Value Investing, como se denomina en inglés) se basa en la idea de comprar acciones de la empresa a un precio que refleje descuento con respecto al valor subyacente intrínseco. Dicho subyacente es el precio que le correspondería si se reflejasen correctamente los activos, los beneficios y los flujos de caja de la compañía. Si la cotización de un título es escasa comparada con su verdadero valor, entonces lo incorporaremos a nuestra cartera.

Los títulos de Valor normalmente se consideran aburridos y poco atractivos, ya que suelen pertenecer a empresas grandes, consolidadas en el mercado y con productos de largo historial. Podríamos decir que el Value Investing es lo opuesto a invertir en acciones de Crecimiento, correspondiéndose estas últimas con compañías nuevas, que cuentan con alguna ventaja competitiva y con productos innovadores. Pero eso no quiere decir que ninguno de los dos estilos de inversión sea mejor que el otro.



Entonces, ¿cómo sabemos si la inversión por Valor es adecuada para nosotros? Desde un punto de vista financiero, las acciones de Valor son las más adecuadas para los inversores de largo plazo, mientras que las acciones de Crecimiento serían las ideales para aquellos otros con un sesgo más especulador. Eso sí, hemos de tener en cuenta que las acciones por Valor subirán más lentamente que las de Crecimiento durante las tendencias alcistas y, al mismo tiempo, bajarán más lentamente durante las tendencias bajistas.

Características de la inversión por Valor


Desde el punto de vista del análisis fundamental, podría decirse que la inversión por Valor es la que más fama y glamour acumula. Esto es así gracias a que se trata de un tipo de estrategia ampliamente seguida por famosos inversores como Benjamin Graham, Warren Buffett, Charlie Munger, John Templeton, Irving Kahn, etc... Pero, por supuesto, esto no significa que no haya otros estilos de inversión igualmente válidos y rentables



En cualquier caso, las características de una inversión por Valor son las siguientes.

1º) Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una estrategia para trabajar con operaciones de Inversión y no para lanzar operativas de Especulación.

2º) En general, las compañías de Valor suelen tener asociadas un bajo ratio de Deuda y una alta rentabilidad por Dividendos.

3º) Las acciones de valor tienen una Beta menor que 1. Dicho de un modo menos técnico, esto significa que son menos volátiles que el resto.

4º) En mercados bajistas aguantarán mejor las caídas que los índices bursátiles. Y, del mismo modo, en mercados alcistas tendrán un menor potencial de subida que el resto de las acciones.

Tip: Aquí explico cómo es el comportamiento normal de una tendencia en Bolsa.

5º) Debido al comportamiento subyacente intrínseco de las empresas de Valor, los inversores que depositen su capital en ellas deberán tener paciencia para ver rentabilizarse su cartera.


6º) En general, las acciones de Valor pertenecen a sectores defensivos. ¿Cuáles son los sectores defensivos? Al hablar de ellos, nos estaremos refiriendo a empresas Financieras, de Servicios Públicos, Acereras, sociedades REIT, etc...

7º) Debido a que son empresas largamente consolidadas y a que no trabajan con productos pertenecientes a sectores de nuevas tendencias, lo más normal es que no cuenten con el favor del público.

8º) Debido a ello, lo más probable es que no coleccionen buenas perspectivas por parte del grueso de los analistas financieros. No debemos preocuparnos por ello.

9º) Como particularidad, comentar que aquí podremos encontrarnos con muchas empresas que se encuentren en pleno proceso de reestructuración. No debemos dejar que dicha situación nos impida detectar una acción valiosa.

10º) Generalmente, estaremos hablando de empresas con ratios fundamentales inferiores a los de su índice de referencia. En particular, lo más normal es que tengan bajos ratios PER, PVC, Precio/Ventas y Precio/Cashflow.

Parámetros del Filtro de Acciones de Valor


Una vez que ya tenemos claro en qué consiste la inversión por Valor, ahora vamos a hablar de cómo se debería implementar una estrategia basada en dicho concepto. En primer lugar, tenemos que identificar los parámetros que deberían tenerse en cuenta al elaborar un filtro de selección de acciones de Valor. Para ello, tengamos en cuenta que aquí queremos poner de manifiesto cómo se debería implementar el Filtro Tradicional de Acciones de Valor.


Obviamente, existen otras muchas variantes de este tipo de estrategia, pero aquí vamos a centrarnos en lo que se conoce como selección clásica de empresas de Valor. Hay otros selectores célebres por Valor, pero esos ya los dejaremos para otros artículos futuros del blog.

Desde el punto de vista del selector clásico de Acciones de Valor, los parámetros que habría que tener en cuenta son los siguientes.

- Precio
- Capitalización
- PER (Precio / Beneficios)
- PER Futuro (o PER Estimado)
- PVC (Precio / Valor Contable)
- PV (Precio / Ventas)
- Recomendación Analistas

Tip: Como se observa, no se incluyen los dividendos: ¿Es rentable invertir en Dividendos?

Como vemos, se trata de ratios fundamentales ampliamente conocidos, como se podía esperar de un selector clásico. Lo bueno de prescindir de parámetros complejos es que permite entender bastante fácilmente cuál es la estrategia que se persigue usando estos ratios para filtrar acciones.


Una vez vistos los parámetros básicos, proximamente veremos (en otro post) cómo se podría estructurar un Selector de Acciones de Valor partiendo de ellos. La idea será centrarnos en una estrategia clásica, pero debéis tener claro que existen muchas variantes en el mundo de la inversión por valor. Incluso podéis crear vuestro propio sistema con aquellos indicadores que consideréis más importantes o con los que os hayan dado mejores resultados en el pasado.

Pues nada, eso es todo por lo que respecta a las características y parámetros básicos de la selección de Acciones de Valor. Quedáis emplazados a la siguiente parte, en la que pasaremos a detallar la estrategia. En todo caso, cualquier duda que os surja podéis dejármela aquí abajo...

Saludos.

domingo, 3 de abril de 2016

¿Es rentable una Oferta Pública de Bolsa? (y 2)

Hace algunas semanas comenzamos a responder a la pregunta de si es rentable o no acudir a una Oferta Pública de Venta (OPV) de Bolsa. La estrategia para llegar a una conclusión válida se basa en el análisis conjunto de los estudios más relevantes publicados con respecto a este tema.

Según pudimos ver en la primera parte, las OPV son un buen negocio desde el punto de vista de la empresa que sale a bolsa (ver post ¿Es rentable una Oferta Pública de Bolsa? - 1). Sin embargo, el problema es que los objetivos de la empresa y los de los suscriptores de la OPV no siempre van en la misma dirección. Veamos ahora el proceso desde el punto de vista del inversor.

¿Se puede ganar dinero con las OPV?


Una vez revisados en detalle los tres estudios anteriores, la pregunta que se le plantea al inversor de la calle es la de si realmente se puede ganar dinero con las ofertas públicas de venta. Vamos a intentar dar una respuesta analizando las conclusiones globales de todos los estudios antes mencionados.

Bankia: Cuidado con la publicidad de las OPV (2011)

1º) Lo primero que parece claro es que, por la razón que sea, las empresas que salen a Bolsa suelen acabar su primer día de cotización con beneficios. Y no hablamos de calderilla: según Ritter cierran con un +17% y según Dimson-Marsh con un +8% de rentabilidad.

2º) Posteriormente, a 3 meses y a 9 meses las plusvalías son más moderadas ya que, en ambos casos, podemos esperar un rendimiento promedio del +6%. Una plusvalía interesante, pero nada fuera de lo común en lo que a la rentabilidad de la renta variable se refiere.

3º) A partir de aquí la cosa se vuelve más sombría. A los dos años de la salida a Bolsa, el rendimiento de nuestra inversión se situaría en un valor negativo del -10%. Y en un plazo de tres años las pérdidas aumentarían hasta -14% según Gregory-Guermat-Al Shawawreh o hasta -19% según Ritter.

4º) Por último, las investigaciones nos indican que, a los 5 años de suscribir la OPV, la pérdida promedio esperada de nuestra cartera sería del -32%. La verdad es que es un resultado realmente nefasto para una operación que comenzó tan bien el primer día.

Merlin: Una de las primeras SOCIMI en salir a Bolsa (2014)

Por lo tanto, a la vista de los cuatro puntos anteriores, las conclusiones son bastante claras. En lo que respecta a ofertas públicas de venta, las inversiones inferiores a 12 meses suelen finalizar con resultado positivo. Sin embargo, en plazos superiores de 2, 3 ó 5 años lo más probable es que nuestra operativa acabe con fuertes pérdidas.

De hecho, tal y como se deduce de los estudios, cuanto menor es el tiempo que se mantienen en cartera las acciones recién salidas a Bolsa, mejor es la rentabilidad alcanzada. Y, por contra, cuanto mayor es el plazo que se aguanta la inversión, mayor es la pérdida asociada a la misma.

Conclusiones sobre la inversión en OPV


Por tanto, mi consejo al respecto es bastante claro. Si, al acudir a la OPV, nuestra intención es llevar a cabo una operativa de corto plazo, no veo inconveniente al respecto: suscribimos las acciones, las mantenemos durante unas semanas o unos meses y, en cuanto veamos que se produce un deterioro de la tendencia alcista, ejecutamos nuestro trailing stop, cerramos la posición y nos dedicamos a buscar otra oportunidad en función de nuestras estrategias de inversión preferidas.

Google: Ha Subido un +1.000% desde su debut en Bolsa (2004)

Sin embargo, si la idea al acudir a la suscripción de la oferta pública de venta es la de ganar dinero a medio/largo plazo, la cosa cambia. Yo, personalmente, a la vista de los resultados de estos estudios, me lo pensaría mucho antes de entrar en el valor. Ya hemos visto que, lo más probable, es que dentro de 3 ó 5 años la empresa esté cotizando mucho más abajo. Así que, si vamos a invertir a largo plazo, dentro de 5 años podremos conseguir esas mismas acciones a un precio mucho más barato y nos ahorraremos muchos disgustos por el camino.

Por supuesto que hay excepciones, como en toda estadística. Pero tenemos que fijarnos en los resultados promedio, y esos no engañan. Nos están diciendo que entrar en una OPV para quedarnos a largo plazo es una lotería: puede ser que nos toque un Google o un Amazon y nos jubilemos millonarios, pero lo más probable es que perdamos gran parte de nuestra inversión.

Terra: La OPV insignia de la burbuja tecnológica (1999)

Es cierto que en mis primeros años de inversor, la época de la burbuja tecnológica, tomé parte en varias OPV (y no todas fueron mal), pero hay que tener en cuenta que en aquella época no tenía fácil acceso a toda la información sobre mercados financieros que tenemos hoy en día y, por tanto, mis conocimientos (junto con mi experiencia) eran bastante limitados. La realidad es que, por mi parte, hace mucho tiempo que no acudo a ninguna salida a Bolsa.

Pues nada, espero que os sea útil todo lo comentado en el post sobre las Ofertas Públicas de Venta. A partir de aquí será decisión vuestra suscribir (o no) una OPV y si finalmente os decidís a hacerlo, al menos será con conocimiento de causa...

Saludos.

jueves, 24 de marzo de 2016

Los principales indicadores financieros

Cuando llevamos algún tiempo profundizando en el mundo del análisis fundamental, llega un momento en el que nos preguntamos si merece la pena analizar tantos y tantos ratios para cada empresa. En realidad, la cuestión que nos hacemos es: ¿bastaría con quedarnos con un pequeño grupo de indicadores financieros para obtener los mismos resultados?

El mundo del análisis fundamental es muy entretenido y, tras ir descubriendo indicadores y más indicadores, llega un día en el que uno se da cuenta de que sigue estudiando nuevos ratios simplemente para lograr una falsa sensación de control del mercado y, por qué no decirlo, para obtener algo de diversión. Pero, ¿realmente nos aporta rentabilidad adicional llegar a dominar el funcionamiento de un centenar de conceptos fundamentales?

Hace algún tiempo varias gestoras se unieron y realizaron un estudio conjunto para tratar de contestar a esta pregunta. O, más concretamente, para intentar responder a la cuestión de si existen algunos indicadores más valiosos que otros a la hora de generar plusvalías en nuestra cuenta.



En dicho estudio se analizaron, entre otros muchos, ratios fundamentales e indicadores macro tales como los siguientes:

- PEG
- PVC (Precio / Valor Contable)
- PSR (Precio / Venta)
- ROE
- ROA
- PCF (Precio / Cash Flow)
- PER (Precio / Beneficio)
- CAPE
- Dividendos
- Crecimiento económico
- Tipos de interés
- Rentabilidades históricas

Como vemos, no se trata de indicadores sofisticados y misteriosos, sino de factores conocidos y muy empleados por el inversor fundamental promedio.

Una de las primeras conclusiones que se extrajo de dicho examen es que, como cabía esperar, ninguno de los ratios fundamentales o macro sirve para seleccionar los mejores activos a corto plazo (entendiendo el corto plazo como la rentabilidad a 12 meses vista). En principio, esto tampoco debería ser tan grave ya que, en general, este tipo de inversores suelen estar orientados a períodos de tiempo más largos.

Por supuesto, en el estudio también se analizó si los indicadores fundamentales y macro tienen alguna utilidad a la hora de predecir el comportamiento de los activos a largo plazo (esto es, para plazos superiores a los 5 años). A este respecto, los resultados tampoco fueron muy prometedores en la mayoría de los casos. 



Curiosamente, las conclusiones de la investigación sugieren que los dos únicos indicadores que permiten realizar una selección de activos rentables a largo plazo son el PER y el CAPE. Este último también es conocido como PER de Shiller y, básicamente, se trata de algo así como un PER promedio de los últimos 10 años.

Por tanto, lo que nos están diciendo estos resultados es que no tiene mucho sentido elaborar complicados filtros compuestos por 10 ó 12 ratios para seleccionar las acciones ganadoras del próximo año. La mayoría de los indicadores elegidos serán neutrales, e incluso alguno de ellos puede que haga más mal que bien a nuestra cartera de largo plazo.

Entonces, ¿qué es lo que tendríamos que hacer para aprovecharnos de los resultados del estudio? Lo ideal sería que, para la construcción de nuestra cartera, no empleásemos más de tres o cuatro ratios fundamentales. ¿Y cuáles serían estos? Pues, inexcusablemente, tendríamos que incorporar los dos principales recomendados por el estudio, PER y CAPE.



Junto a ellos, podríamos incluir uno o dos de aquellos otros que mejor nos hayan funcionado con nuestro propio sistema en el pasado. Por ejemplo, nosotros incluiríamos dos ratios que nos gustan mucho: ROE y ROA. Y, por supuesto, no tendría sentido dedicar mucho más esfuerzo a elaborar filtros con indicadores adicionales.

Eso sí, una vez seleccionados nuestros candidatos desde el punto de vista fundamental, nosotros recomendaríamos precisar el punto de entrada mediante el análisis técnico. Sabemos que los inversores fundamentales puros no estarán de acuerdo con esta afirmación, pero opinamos que tanto el análisis técnico como el chartista complementan muy bien al fundamental. De hecho, ayudan a encontrar el precio de entrada ideal para los activos de calidad seleccionados previamente mediante análisis fundamental o macro.



En definitiva, la imagen con la que nos tenemos que quedar es la de que una cartera seleccionada mediante los indicadores PER y CAPE (¿junto con ROE y ROA?) es la que tiene más probabilidad de generar rentabilidades relevantes a largo plazo. Si no los estáis usando ya, una de las tareas más importantes que tenéis que poner en práctica es la de aprender a utilizar estos dos ratios en conjunción con el resto de vuestra estrategia.

Esperamos que lo comentado os permita disponer de nuevas ideas de inversión para vuestro día a día. Además, también os debe servir para dejar de emplear todos esos indicadores que creéis que os están aportando algo y que, a la hora de la verdad, para lo único que valen es para haceros perder vuestro preciado tiempo.

Saludos.

sábado, 19 de marzo de 2016

¿Es rentable una Oferta Pública de Bolsa? (1)

Normalmente, cuando se lanza la campaña de OPV (Oferta Pública de Venta) de alguna gran compañía, se suele formar un gran revuelo. Los medios económicos no paran de bombardearnos con publicidad y los analistas (no todos, pero sí la mayoría) nos muestran multitud de estadísticas que indican que la nueva empresa va a salir a Bolsa más barata que el resto de sus competidores del parquet. Pero, ¿realmente es rentable acudir a las OPV de Bolsa? ¿quién suele ganar con estas operaciones?

Las Ofertas Públicas de Venta en Bolsa


En general, una empresa suele lanzar una OPV en Bolsa (IPO en inglés, Initial Public Offering) cuando necesita financiación y sus directivos creen que el momento de mercado es el ideal para obtener un buen capital por la venta de las acciones al gran público. Por tanto, las salidas a Bolsa normalmente se producen cuando hay una tendencia alcista establecida y bastante desarrollada. Eso permite vender las acciones a un precio alto, ya que en esos escenarios los posibles compradores están menos preocupados por las caídas de los mercados.

Por tanto, desde el punto de vista empresarial está claro que las salidas a Bolsa son un buen negocio, ya que permiten obtener grandes cantidades de fondos sin tener que endeudarse con ninguna entidad bancaria. No tenéis más que fijaros en que, conforme va madurando una tendencia alcista, comienza a aumentar la frecuencia de lanzamiento de procesos de ofertas públicas de venta.

Facebook: Ingresó 16.000 millones con su OPV (2012)

La cuestión es: ¿las OPV también son un buen negocio para todos los inversores que las suscriben? En general, en una salida a Bolsa los intereses de la empresa y los del público no suelen ir en la misma dirección. La razón es que el objetivo de la empresa será intentar vender lo más alto posible para obtener mayores ingresos, mientras que el objetivo de los inversores debería ser comprar lo más barato posible para poder disfrutar de un mayor recorrido alcista cuando las acciones ya se encuentren cotizando en el parquet.

¿Es rentable acudir a las Salidas a Bolsa?


Para saber si las OPV son rentables no basta con escuchar el relato de un familiar que tuvo la fortuna de ganar un +100% con la salida a Bolsa de Terra o, del mismo modo, con leer la historia de algún forero que cuenta como perdió tanto dinero con la OPV de Bankia. Para tener una opinión más objetiva sobre este tipo de operaciones es indispensable acudir a los estudios académicos realizados al respecto.

En relación con este tema, yo me suelo fijar en dos famosos trabajos realizados hace ya algún tiempo y que no deberían ser ignorados por nadie. Me refiero, por un lado, al Estudio sobre OPV de Ritter (2014) y, por otro lado, al Estudio sobre OPV presentado por Gregory, Guermat y Al Shawawreh (2010). Cualquiera de ellos es lo suficientemente exhaustivo como para poder sacar conclusiones válidas de su lectura.

Alibaba: Las empresas chinas se apuntan a las OPV (2014)
 
Si os interesa conocer los detalles de los estudios sobre OPV (tanto los de los dos anteriores como los del estudio de Dimnson-Marsh), os informo de que hace algún tiempo publiqué un artículo hablando de ese tema (ver post Vistazo a los Estudios de las OPV de Bolsa).

El próximo dia, en un nuevo post, veremos cuáles son las conclusiones que se pueden extraer del análisis conjunto de los estudios mencionados sobre salidas a Bolsa. Recordemos que, en estos casos, siempre es mejor confiar en los resultados estadísticos en vez de dejarlo todo en manos de la intuición.

Por supuesto, quedáis invitados a la segunda parte del artículo. La idea es que, tras su lectura, nos quede una noción bastante clara de si es conveniente (o no) acudir a las OPV para nuestra cartera de inversión.

Saludos.

sábado, 12 de marzo de 2016

Vistazo a los Estudios de las OPV de Bolsa

Hoy quería presentaros algunos estudios académicos en los que varios autores, para nuestra fortuna, se han dedicado a analizar los resultados de miles y miles de Ofertas Públicas de Venta de Bolsa. Las OPV siempre tendrán defensores y detractores por lo que, en vez de dejarnos convencer por unos u otros, lo mejor es que veamos de forma estadística si es posible ganar dinero con ellas o no.


Los Estudios sobre las OPV de Bolsa


Tal y como podemos imaginar, en el mercado hay infinidad de estudios relacionados con las Salidas a Bolsa de acciones. Pero, desde mi punto de vista, hay dos de ellos que destacan por encima de los demás debido, fundamentalmente, a la extensión del universo analizado, a la amplitud del período de tiempo examinado y a la categoría de los autores involucrados (factores que permiten tener más confianza en los resultados obtenidos). Se trata de los siguientes.

- Estudio de Gregory, Guermat y Al Shawawreh sobre OPV de Reino Unido (2010).

- Estudio de Ritter sobre OPV de Estados Unidos (2014).

A continuación comentaremos los resultados de los dos estudios mencionados y de un tercero que, aún abarcando un período de tiempo menos extenso que los dos anteriores, también merece ser citado. Se trata del ensayo escrito por los autores Dimson y Marsh.

A. Estudio Gregory-Guermat-Al Shawawreh


Para presentar su informe en 2010, Gregory, Guermat y Al Shawawreh analizaron un universo de 2.500 salidas a Bolsa ejecutadas en Reino Unido en el período 1975-2004.

Aunque en la investigación aparecen multitud de datos estadísticos acerca del conjunto de todas las OPV revisadas, los puntos más relevantes son los siguientes.

- Las acciones lanzadas en una salida a Bolsa suelen perder un -14% durante los 3 primeros años de cotización.

- En promedio, las acciones de las ofertas públicas de venta de Bolsa suelen acabar con un -32% de minusvalía al cabo de 5 años de cotización.


Como vemos, los resultados de esta investigación no son muy favorables a la inversión en OPV, al menos en lo que al largo plazo se refiere. Si mantenemos las acciones tanto a 36 meses como a 60 meses, nuestra cartera sufrirá importantes minusvalías.

B. Estudio Ritter sobre OPV


El análisis realizado por Ritter en 2014 es incluso más ambicioso que el anterior. El estudio de este autor se hizo a partir de un universo de nada menos que 7.800 OPV, todas ellas lanzadas en Estados Unidos a lo largo de los 22 años comprendidos en el período 1980-2012.

Al igual que ocurre con el de Gregory-Guermat-Al Shawawreh, en esta investigación también podemos encontrar infinidad de resultados estadísticos, pero ahora nos vamos a quedar con los más destacados.


- Las acciones que salen a Bolsa suelen ganar un +17% de rentabilidad durante el primer día de cotización. Recordemos que se trata de un promedio, por lo que habrá algunas OPV con plusvalías mayores y otras con plusvalías inferiores a dicho umbral.

- Conforme va pasando el tiempo se produce un ligero cambio.La rentabilidad acumulada por la salida a Bolsa se reduce hasta un +6% al cabo de 3 meses de cotización.

- Transcurridos otros seis meses la cosa sigue sin mejorar. El rendimiento de las acciones de la OPV continúa situado en el +6% al cabo de 9 meses de vida.

- A medio plazo el escenario ha cambiado radicalmente. Tras el primer trienio en el parquet, la oferta pública de venta ya no puede presumir de rentabilidad positiva y, por contra, acumula unas minusvalías del -19% al cabo de 3 años de cotización.

Este estudio nos da una visión más global de la evolución de una salida a Bolsa. La conclusión es que, si entramos en este tipo de operaciones, deberíamos obtener rentabilidades positivas a corto plazo pero, sin embargo, no podemos esperar mantener los beneficios a medio/largo plazo.


C. Estudio Dimson-Marsh


Finalmente, revisamos el estudio de Dimson y Marsh de 2014. Aquí los autores procedieron a analizar un universo de unas 3.600 OPV del Reino Unido, ejecutadas en el ciclo 2000-2014.

Aunque el período de tiempo examinado por este estudio es bastante inferior al de los dos anteriormente comentados, de aquí también se pueden extraer algunas conclusiones interesantes.

- Al final del primer día de cotización, los tenedores de las acciones recién salidas a Bolsa cerrarán la sesión con una ganancia de un +8% de rentabilidad.

- En cambio, a los 2 años de cotización la situación se ha invertido. Los inversores que aún conserven las acciones de la OPV acumularán una minusvalía del -10% tras esos 24 meses.

La interpretación del estudio Dimson-Marsh es similar a la extraída del análisis anterior. Los autores nos vienen a decir que las OPV nos permiten ganar dinero a corto plazo, pero que no son adecuadas para los inversores de medio/largo plazo que quieran obtener plusvalías consistentes.


Conclusiones sobre los Estudios de OPV


En este caso, creo que no tengo que hacer mucho hincapié en las conclusiones sobre los estudios anteriores. Los resultados son muy claros, por lo que cualquiera puede hacerse una idea de qué es lo que nos están transmitiendo sus autores. Por supuesto, por lo que respecta a la suscripción de OPV, en vuestra mano queda la decisión de tomar las medidas oportunas según la interpretación de dichos resultados. Yo, por lo que respecta a mi cuenta de inversión y mi dinero, ya lo tengo bastante claro.

Pues nada, eso es todo lo que quería comentaros hoy en el blog. Espero que, en el futuro, todos estos estudios os sean de utilidad a la hora de enfrentaros con una OPV en el mercado...

Saludos.

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