¿Es aconsejable operar con una estrategia única?
A la vista de los resultados anteriores, lo primero que debería llamarnos la atención es la gran dispersión de rentabilidades existentes entre unas estrategias y otras. Estamos hablando de 9 puntos anualizados de diferencia entre el mejor y el peor resultado para el caso de los sistemas Buy, valor que se incrementa hasta los 11 puntos para el caso de las técnicas Buy&Sell. Esto significa que la elección de una determinada estrategia o activo puede influir dramáticamente en el rendimiento a largo plazo esperado para nuestra cuenta. No se trata de un problema desdeñable.
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Por tanto, ¿qué podemos hacer para evitar dicho problema? ¿Deberíamos tener muy claro cuál es nuestra estrategia favorita y procurar operar únicamente con ella? Bien, puede que esa sea la solución adoptada por algunos traders, pero no es la que yo recomendaría. Más bien al contrario, yo creo que lo correcto es tratar de operar con varios sistemas de inversión complementarios. Del mismo modo que es indispensable trabajar con un grupo de activos descorrelacionados, también es imprescindible operar con una cartera diversificada de estrategias.
¿Y por qué no nos quedamos, simplemente, con el sistema que mejor lo haya hecho en los backtesting? Básicamente, porque es muy complicado predecir qué sistema lo va a hacer mejor en un determinado escenario y activo. Si nos quedásemos con una única operativa de las tablas anteriores, la cosa podría habernos ido bien y haber elegido la técnica MM55 DAX (+10% anualizado). Pero también nos podría haber ido mal y habernos quedado con la técnica Híbrida Nikkei (-1% anualizado). Es un poco lotería. En cambio, conforme incrementamos el número de estrategias complementarias incluidas en nuestra cartera, la rentabilidad prevista va siendo más consistente y va quedando acotada en un rango más preciso.
Operando con una Cartera Multiestrategia
En la imagen anterior se pueden apreciar los valores globales para cada una de las estrategias implicadas en este estudio. Hemos incluido los que creemos que son los parámetros más importantes de un sistema de inversión. Tenemos el rendimiento total acumulado, el drawdown de la operativa y el número de trades cerrados durante todo el ciclo analizado (2000 - 2017). Y, por supuesto, también aparece la columna con la rentabilidad anualizada alcanzada por cada técnica. Por tanto, esta simple tabla de datos nos permite tener una visión global de la calidad de una determinada estrategia.
La rentabilidad anual es el nexo de unión con la tabla que vimos más arriba. El sistema 5-ATR alcanzó un rendimiento anualizado del +4,8%, el sistema MM55 un +4,7%, el sistema Híbrido un +4,7%, el sistema Multiestrategia un +4,6%, el sistema 3-ATR un +4,5% y el sistema MM30 un +4,1%. En paralelo, la operativa de Buy&Hold se hubiese quedado en una rentabilidad del +1,7%. Todos los sistemas baten al benchmark por 3 puntos anualizados, lo que al menos nos asegura que poco a poco nos iremos distanciando del índice de referencia.
En cuanto al drawdown, tampoco hay excesiva diferencia entre unas estrategias y otras. Los valores se mueven entre el -21% del sistema MM55 y el -32% del sistema 5-ATR. Por tanto, en cualquier caso vamos a reducir drásticamente la caída máxima del benchmark (-50%), cosa que es de agradecer siempre que empezamos a trabajar con una técnica de largo plazo. Fijaos en que muchas de las estrategias están reduciendo a la mitad la MAE (Máxima Excursión Adversa) del Buy&Hold, al mismo tiempo que consiguen batir a los índices.
Cartera Multiestrategia al alza y a la baja
Al
igual que hemos hecho con las estrategias alcistas, también podemos
promediar los resultados de los sistemas bidireccionales con los
diferentes activos estudiados. Esto es, nos quedaremos con los valores
medios generados por los 4 índices seleccionados: SP500, Ibex, DAX y
Nikkei. Recordad que el objetivo de este tipo de técnicas siempre va a
ser intentar batir a los sistemas unidireccionales ya que, en caso
contrario, no merecería la pena el esfuerzo adicional que requiere su
operativa. Eso sí, hay que reconocer que, en general, realmente suelen
conseguir mayor rentabilidad a largo plazo.
En la tabla anterior podemos ver los rendimientos alcanzados por cada una de las estrategias. El sistema 5-ATR alcanzó un rendimiento anualizado del +4,6%, el sistema MM55 un +6,4%, el sistema Híbrido un +4,7%, el sistema Multiestrategia un +5,5%, el sistema 3-ATR un +5,8% y el sistema MM30 un +5,6%. En paralelo, la operativa de Buy&Hold se hubiese quedado en una rentabilidad del +1,7%. En esta ocasión los sistemas baten al benchmark por un rango de entre 3 y 5 puntos anualizados así que, efectivamente, las diferencias son más holgadas que en el caso de los sistemas que sólo operan al alza.
Un vistazo a los drawdown nos permite ver que, por contra, estos parámetros son peores que los de las técnicas unidireccionales. En esta ocasión la MAE se mueve en un rango que va desde el valor -27% del sistema Híbrido hasta el -38% del sistema 3-ATR. Podemos decir que, en líneas generales, el drawdown se va a incrementar en unos 6 puntos adicionales si nos decidimos por la utilización de las variantes Buy&Sell. Aún así, tengamos en cuenta que siguen siendo inferiores a los marcados por el benchmark (nivel -50%).
También hay que destacar el detalle del número de operaciones realizadas sobre los activos. En promedio, los sistemas Buy&Sell han realizado 203 operaciones en estos 17 años, mientras que los sistemas Buy únicamente alcanzaron las 131 operaciones. Se trata de un resultado bastante predecible pero, aún así, quería ponerlo de manifiesto para que nadie se lleve sorpresas si decide operar en ambos sentidos de los mercados. Como ya he dicho en alguna ocasión, hay que tener muy claro todo lo que estamos dispuestos a sacrificar a cambio de obtener algo de rentabilidad adicional...