(Continuación de la tercera parte: Estrategias de Largo Plazo: DAX y Nikkei - 3/5)
Operando al alza y a la baja con el Nikkei
Una vez analizadas las estrategias alcistas, vamos a echarle un vistazo a las que operan en ambos lados del mercado. Aunque normalmente suelen ganar más dinero, no siempre sirven para conseguir dicho objetivo. Para el nuevo examen, volvemos a fijarnos en el último ciclo de 20 años y aplicamos los sistemas sobre los datos existentes desde el año 2000. La lógica nos dice que los nuevos resultados deberían ser mejores que los anteriores, pero esto deberá ser confirmado por las curvas generadas en los gráficos.
En la imagen anterior se puede apreciar la evolución de las 5 estrategias, junto con su benchmark, desde el año 2000. Las rentabilidades absolutas de los sistemas fueron las siguientes: el 5-ATR alcanzó un -5% en esos 17 años, el Híbrido un -9%, el MM55 un +96%, el 3-ATR un +17% y el MM30 un +319%. Frente a ellos, el Nikkei se quedó en una plusvalía del +5%. En esta ocasión, los resultados de las estrategias han sido bastante dispares, en compración con el índice japonés. Mientras que 3 de ellas han sido capaces de batirlo, las otras 2 han quedado por debajo.
Como vemos, las estrategias que operan en ambos sentidos (Buy&Sell) superan ligeramente a las que operan únicamente al alza (Buy). El promedio Buy de las 5 estrategias (5-ATR, 3-ATR, Híbrida, MM55 y MM30) fue de +57% durante estos 17 años, obtenido con 35 operaciones. En paralelo, el promedio Buy&Sell se incrementó hasta el +83% durante el ciclo 2000-2017, obtenido con 55 operaciones. Estamos hablando de un valor anualizado del +2,3% en la primera variante (Buy), frente a un valor del +2,5% en la segunda variante (Buy&Sell). Eso sí, la variante bajista nos obligó a realizar un mayor número de operaciones para alcanzar ese resultado. Tendremos que valorar si nos merece la pena el esfuerzo...
En la tabla anterior se puede observar la rentabilidad anualizada de las estrategias analizadas. El sistema 5-ATR obtuvo un -0,3%, el Híbrido un -0,6%, el MM55 un +4,0%, el 3-ATR un +0,9% y el MM30 un +8,7%. Durante esos mismos 17 años, la plusvalía del Nikkei fue del +0,2%. Adicionalmente, he incluido una fila con un sistema "5-ATR & MM55", que consistiría sencillamente en dedicar la mitad del capital de nuestra cuenta a cada una de las estrategias especificadas en su denominación. El rendimiento anualizado de esta estrategia mixta fue del +2,2% en el mencionado período 2000-2017.
Tal y como se puede comprobar en la tabla, el uso de las estrategias MM55 y MM30 nos hubiesen permitido superar claramente al Nikkei a largo plazo. El sistema MM55 bate al Nikkei por 4 puntos anualizados y el MM30 supera al índice japonés por nada menos que 8 puntos anualizados. Por otra parte, el 3-ATR únicamente ha sido capaz de igualar a su benchmark. Y ahora viene lo malo. Tenemos dos estrategias con minusvalías: los sistemas Híbrido y 5-ATR finalizaron 1 punto por debajo del índice de referencia. Resulta evidente que la dispersión obtenida en este análisis ha sido la mayor de todos los experimentos realizados.
Análisis de las estrategias sobre el Nikkei
En esta ocasión los resultados han sido más ajustados que en el caso de los índices anteriores. Cierto es que, en promedio, tanto las estrategias alcistas como las bidireccionales han sido capaces de batir al Nikkei. Sin embargo, si nos fijamos en el detalle nos daremos cuenta de que ha habido bastante dispersión de resultados entre unos sistemas y otros. Y lo más relevante es que estamos ante el primer estudio en el que tenemos que hablar de técnicas que han concluido el ciclo de 20 años con rentabilidad negativa, algo que no puede ser admitido para un sistema de largo plazo.
La posible explicación a estos resultados la podríamos tener en el comportamiento del Nikkei desde comienzos de siglo. La realidad es que el índice japonés se ha estado moviendo dentro de un amplio rango lateral de largo plazo. Y, aunque la caída desde máximos a mínimos ha sido del 50%, se trata de un entorno complicado para estrategias tendenciales de largo plazo. Para aprovechar un escenario de este tipo, se hubiese precisado algún sistema de trading de más corto plazo. Esa es la razón por la que la estrategia MM30, la más dinámica de las analizadas, ha tenido un desempeño tan espectacular con el índice japonés.
Tip: Aquí podemos ver la rentabilidad de los diferentes Tipos de Activos
Por lo que respecta a las variantes Buy, la rentabilidad promedio de las 5 estrategias ha sido de un +2,3% anualizado. Teniendo en cuenta que el rendimiento del Nikkei fue del 0,2%, estamos hablando de un diferencial de 2 puntos frente al benchmark. Junto a esto, podemos decir que el promedio de operaciones realizadas ha sido de 2,1 al año, lo que indica que se trata de inversiones que no requieren un seguimiento demasiado constante. Finalmente, y quizás lo más importante para un inversor conservador, el drawdown promedio ha sido del -31% (frente a un -56% del Nikkei).
Tal y como decíamos más arriba, aquí llama la atención la gran dispersión existente entre unas estrategias y otras. Los sistemas MM30 y MM55 se han comportado relativamente bien, con rentabilidades anualizadas de +5,2% y +3,3% por encima del benchmark. Por contra, las estrategias 3-ATR y 5-ATR han tenido resultados bastante pobres, quedándose en rendimientos de +1,6% y +1,3% por encima del índice de referencia. Y peor aún, la técnica Híbrida ha cerrado el ciclo con una minusvalía de -0,8% por debajo del Nikkei. En esta inversión hubiese sido más importante que nunca la selección de la estrategia más adecuada.
Como en muchos casos es realmente complicado saber cuál es el sistema que va a tener mejor comportamiento en un determinado escenario, no es mala idea trabajar con una cartera de estrategias. En este caso, hubiese sido interesante operar con los 5 sistemas y no con uno de ellos únicamente. De ese modo, nuestra rentabilidad promedio anualizada hubiese sido de 2,3%, aceptablemente superior al 0,2% del Nikkei. Si nos fijamos en la diferencia frente al benchmark, entonces veremos que la distancia se ha situado en torno a 2 puntos. Recordemos que tanto en el caso del Ibex como en el del SP500 esa distancia también se situó en 2 puntos, mientras que con el DAX se incrementó hasta 3 puntos. Como vemos, se trata de un diferencial bastante estable, lo que demuestra la consistencia de estos sistemas.
(Continuará en la quinta parte: Estrategias de Largo Plazo: DAX y Nikkei - 5/5)
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