Tras las subidas de las últimas semanas, ya tenemos al Oro frente a las resistencias claves que van a determinar su comportamiento en el medio plazo. Si finalmente consigue superarlas, lo más probable es que tengamos tendencia alcista durante un largo tiempo.
En el gráfico de corto plazo podemos ver que, tras la perforación de la directriz alcista en el mes de noviembre, la caída del metal precioso se alargó hasta marcar un mínimo en los 1.170 dólares, nivel en el que se dibujó un pequeño doble suelo a finales de diciembre.
Posteriormente, comenzó una subida que sirvió para crear, en primera instancia, el segundo hombro de una figura de H-C-H invertido cuya línea clavicular quedó establecida en torno al nivel 1.271 dólares. Hace un par de semanas, el día 10-febrero, el precio superó con fuerza dicha clavicular, iniciándose un rally alcista que le ha hecho subir, casi sin descanso, hasta los 1.340 dólares. En este nivel se ha establecido la última resistencia, tras tomarse el metal un pequeño respiro.
Como podemos apreciar, el frenazo del rally se ha producido justo al completarse el pullback hacia la antigua directriz alcista (de color verde en la imagen), directriz que ahora actúa como resistencia. Por tanto, estamos ante el momento clave en el que el Oro tiene que decantarse por alguno de los dos escenarios de medio plazo:
1º) Si continúa mostrando la fuerza de las últimas semanas, el precio será capaz de superar las dos resistencias a las que se enfrenta, tanto la antigua directriz alcista como el nivel 1.340. En ese caso, se iniciaría una interesante onda alcista de medio plazo.
2º) Si el precio falla ante los 1.340 dólares y vuelve a caer, entonces habrá ejecutado un perfecto pullback hacia la antigua directriz y estará usando el apoyo en la misma como impulso para continuar con las caídas de medio plazo. La pérdida del soporte de los 1.307 dólares nos confirmaría que estamos ante este segundo escenario.
Por tanto, aquí se puede plantear una estrategia bidireccional, según sea el comportamiento del Oro en las próximas jornadas. La superación, a cierre diario, del nivel 1.340 dólares nos daría pie a la apertura de una operativa alcista (con stoploss por debajo de 1.307). Por contra, la pérdida de los 1.307 dólares nos concedería la oportunidad de lanzar un trade bajista (con stoploss por encima de 1.340).
Finalmente, como vemos en el gráfico semanal de largo plazo, la tendencia de fondo del metal sigue siendo bajista mientras no se demuestre lo contrario. Parece estar queriendo esbozar un doble suelo sobre los 1.200 dólares, pero se trata de una figura experimental que todavía está pendiente de confirmación (y para confirmarse tendríamos que ver la superación del nivel 1.440).
Pues nada, una vez que tenemos en mente los dos posibles escenarios, ahora ya sólo nos queda esperar y ver cuál es el comportamiento del precio en las próximas velas.
Saludos.
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