Recuerdo que hace tiempo, allá por el año 2002, un conocido que se dedicaba a la inversión me dijo que él empleaba, desde hacía tiempo, un sistema muy simple que consistía en combinar la Bolsa y los Metales en su cartera. Según decía, dicho sistema le estaba dando muchos beneficios y ya hacía tiempo que había decidido usarlo a largo plazo.
En aquel tiempo me interesaban los sistemas semi-automáticos, ya que aún no estaba muy convencido de la validez del análisis técnico y no tenía ninguna intención de dedicarme al trading. Así que le pedí que me contara cómo poner en práctica dicho sistema.
Ciertamente era sencillo. Consistía en distribuir la cartera, a partes iguales, entre Bolsa (50%) y Metales (50%). Por supuesto, las dos partes de la cuenta irían variando de forma diferente a lo largo de un ejercicio. La única acción que había que tomar era proceder, al final de cada año, a ponderar de nuevo la cuenta de forma equilibrada. De esta forma, al comienzo de cada año, siempre tendríamos la mitad de nuestro dinero en Bolsa y la otra mitad en Metales.
Un ejemplo para verlo más claramente. Imaginemos que tenemos una cuenta de 10.000 euros. Entonces, procederemos a distribuirla poniendo 5.000 euros en Bolsa y 5.000 en Metales (la mitad en cada activo). Supongamos que, al final del año, la Bolsa ha subido un +20% y los Metales un +10%. Entonces, tendremos un importe de 6.000 euros en la cuenta de Bolsa y de 5.500 euros en la cuenta de Metales (11.500 euros en total).
Pues bien, como va a comenzar un nuevo año, lo que haremos será redistribuir otra vez nuestro dinero, ponderando el 50% en cada activo. De esa forma, tendremos que transferir 250 euros de la cuenta de Bolsa a la cuenta de Metales, de manera que figurarán 5.750 euros en cada una de ellas. Es decir, volvemos a comenzar el ejercicio con el mismo importe en ambos tipos de activo.
La verdad es que, en aquel tiempo, recuerdo que el sistema me pareció sencillo e interesante. De hecho, hice algunos cálculos y comprobé que se podrían haber obtenido buenas rentabilidades con él (recordad que estábamos en el año 2002). Por desgracia, en aquel momento no me decidí a usarlo y lo guardé en el cajón de los recuerdos.
Pero, ¿qué hubiese pasado si me hubiese decidido a usar el sistema de este compañero? Consideremos un sistema básico que invierta el 50% de la cartera en el SP500 y el otro 50% en Oro. ¿Qué resultados habría obtenido este sistema en los últimos años?
Esto lo veremos en la segunda parte del tema, que comentaremos en el siguiente post. La idea será analizar la rentabilidad anualizada del sistema y compararla con la de una inversión al 100% en Bolsa.
Saludos.
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