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sábado, 13 de febrero de 2016

Onda promedio en Swing Trading (1)

Una de las formas clásicas de acercarse al mercado consiste en tratar de aprovechar los swings que se producen en los movimientos tendenciales de los precios. Pero, ¿de qué forma podríamos beneficiarnos de un swing? En este post trataremos de explicarlo mediante la revisión del historial de diversos activos.

Cuando nos adentramos en el mundo del trading, nos damos cuenta de que existen varias formas de enfrentarse a los mercados financieros. Podemos decidir seguir una estrategia estándar de trend following y no complicarnos mucho la vida. O podemos intentar trabajar con algún sistema de swing trading para tratar de arañar unos puntos adicionales de rendimiento. O delegar las decisiones en un sistema automático de alta rentabilidad. Las opciones son innumerables...

Si nos decidimos por el swing trading, la idea de esta técnica consiste en subirse a los impulsos alcistas de cada una de las ondas de una tendencia de medio plazo, y mantenerse fuera del activo mientras se producen los retrocesos de dichas ondas (o regresiones a la media).



Dicho esto, resulta evidente que en una tendencia nos vamos a encontrar, por un lado, ondas con el suficiente tamaño como para ser aprovechadas y, por otro lado, ondas demasiado pequeñas como para permitirnos entrar y operar el impulso posterior. A las primeras las denominaremos swings aprovechables y a las segundas swings no aprovechables. Por supuesto, la idea será trabajar únicamente con los del primer tipo.

Pero, ¿cuántas de las ondas que aparecen en una tendencia son aprovechables? ¿y cuál es el movimiento promedio de un swing aprovechable? Para responder a estas preguntas, hemos revisado los gráficos de 7 activos diferentes (en frame 4 horas) durante los últimos 18 meses, lo que supone un total de unas 16.400 velas analizadas.

El primer dato importante que se puede extraer de la estadística es que, de las 797 ondas detectadas en los gráficos, únicamente 445 corresponderían a swings aprovechables (esto es, a ondas con correcciones previas lo suficientemente profundas como para permitir la entrada de un swing trader). Por tanto, solamente se puede hacer swing trading en el 55% de las ondas de una tendencia. Es decir, en casi la mitad de los casos estaremos esperando una corrección para lanzar nuestra operativa y dicha corrección no llegará a producirse.



Por cierto, con respecto a lo comentado, ya vimos en su día que una tendencia completa se compone (en promedio) de unas 5 ondas. Por tanto, si sólo el 55% de ellas son aprovechables, entonces estamos hablando de 2,75 swings aprovechables. Es decir, en un movimiento tendencial el swing trader dispondrá de un máximo de 3 oportunidades para capturar una onda favorable.

Ahora, centrándonos ya en ese 55% aprovechable (los 445 swings mencionados más arriba), estas son algunas de las conclusiones que se extraen del análisis estadístico de los datos.

1º) El movimiento completo que desarrolla un swing promedio es de +4,53·ATR (Average True Range), esto es, desde su punto mínimo hasta su nivel máximo el precio del swing recorre una distancia igual a 4,53 veces el ATR del activo. Esta es la ganancia máxima que podría obtener un swing trader que operase con una única onda. En el caso del eurodólar, por ejemplo, cuyo ATR es de 44 pips, estaríamos hablando de un movimiento de +199 pips.

2º) Una vez alcanzado el nivel máximo, la corrección posterior promedio que ejecuta un swing es equivalente a -2,12·ATR. Por tanto, el stoploss y los trailing stops en las operativas del swing trader deberían estar, como mínimo, a una distancia superior a 2,12 veces el ATR. En el caso del eurodólar esto supone que los swings sufrirán una corrección de -94 pips.



3º) En los swings últimos de una tendencia el impulso ascendente se mantiene más o menos igual que en el resto de ondas (+4,65·ATR) pero, como era de esperar, la corrección posterior es mucho más profunda. En promedio la caída final llega hasta -5,76·ATR. Para el eurodólar esto supondría un desplome de -254 pips.

Afortunadamente, si hacemos caso a lo que hemos dicho en el punto anterior y situamos el trailing stop en -2,12·ATR, entonces nos libraremos de gran parte de esta caída. No es lo mismo, ni psicológica ni monetariamente, perder 94 pips que 254 pips. Nuestro objetivo siempre tiene que ser intentar salir lo antes posible de este tipo de ondas terminales.

El próximo día terminaremos de ver cuáles son las conclusiones que pudimos extraer del estudio estadístico de las estructuras de las 800 ondas revisadas. Hay que tener en cuenta que toda esta información puede ser muy util para ajustar los parámetros de nuestro sistema de swing trading.

Así que nada más por hoy. Como siempre en estos casos, quedáis citados para la segunda parte del estudio. Esperamos que ambos post os sirvan para formaros una visión global de la configuración de una onda promedio.

Saludos.

2 comentarios:

jose7674 dijo...

Genial el estudio

Jose Tamborero dijo...

Gracias, Jose.
La verdad es que llevó su tiempo hacerlo. Ahora lo importante es aplicar los resultados a nuestras estrategias de inversión. El objetivo, como ya sabemos, es incrementar la rentabilidad...
Saludos.

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