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sábado, 1 de diciembre de 2018

Estrategia ROC3: Operar con un drawdown controlado (1)

Hoy vamos a echar un vistazo al comportamiento histórico del sistema de inversión ROC3. Se trata de una técnica basada en el indicador ROC y, por tanto, podríamos englobarla dentro del metagrupo de estrategias de momentum. La idea subyacente es tratar de aprovechar el máximo desplazamiento posible de los impulsos direccionales. La ROC3 es adecuada, por tanto, para tratar de especular con activos que se encuentren inmersos en movimientos tendenciales de medio/largo plazo. Y, por supuesto, el objetivo es alcanzar dicha meta con una ecuación rentabilidad / riesgo más favorable que la que podríamos obtener con un Buy&Hold.

Estrategia ROC3: Aprovechando los impulsos


La meta de la estrategia ROC3 es tratar de obtener la máxima rentabilidad posible de los movimientos impulsivos y evitar operar en el mercado cuando nos encontremos inmersos en movimientos correctivos. Se trata de una técnica que tiene un buen comportamiento en el largo plazo. ¿Qué entendemos por buen comportamiento? Bueno, me refiero a que tenemos entre manos un sistema que nos va a permitir batir ligeramente al benchmark con un drawdown más reducido que el del subyacente. Estamos, por tanto, ante una operativa ideal para inversores de largo plazo.

En realidad, se trata de una estrategia prima hermana del sistema ROC6 que vimos en el blog hace algún tiempo. Al igual que en ese caso, la base de la técnica es el indicador ROC (Rate Of Change). La diferencia es que, en esta ocasión, se emplea un ROC calculado para un período de 3 meses. La idea es, por un lado, entrar alcista en el activo cuando el ROC(3) sea positivo y, por otro lado, abandonar el mercado cuando el ROC(3) sea negativo. Para no estar entrando y saliendo constantemente del mercado se emplea el indicador ATR como colchón. De este modo, compramos cuando el ROC(3) sea mayor que 0,5*ATR y vendemos cuando el ROC(3) sea menor que -0,5*ATR.


En cuanto al rebalanceo, normalmente con esta estrategia se suele usar una revisión mensual. Eso sí, también sería admisible un rebalanceo semanal, siempre y cuando asumamos el incremento de costes de transacción que esto traerá consigo. Es el precio a pagar por disfrutar de la tranquilidad de tener controles más frecuentes de la evolución del sistema. Más adelante, en un futuro post, ya hablaremos de si es más rentable emplear revisión mensual o semanal, una pregunta que los inversores suelen hacerse bastante a menudo. Pero ahora vamos a centrarnos en la evolución histórica de la estrategia.

Estrategia ROC3 desde el año 2005


Dicho lo anterior, vamos ahora a echarle un vistazo a la evolución del sistema durante el ciclo 2005-2018. Durante este período hemos sido testigos de movimientos alcistas y bajistas, así que nos servirá para observar el comportamiento de la estrategia ante entornos variables de mercado. Si todo va bien, la técnica debería ser capaz de maximizar los beneficios durante los impulsos alcistas y tendría que evitar estar comprada durante las correcciones bajistas. Parece un objetivo fácil de cumplir, pero la realidad es que la mayoría de los sistemas son incapaces de alcanzarlo en ciclos de tiempos superiores a 10 años.


En el gráfico anterior podemos ver la evolución de la técnica y de su benchmark asociado. La rentabilidad de la Estrategia ROC3 fue del +56% durante el período 2005-2018. Como índice de referencia vamos a usar, como siempre, el comportamiento de la Cartera Pasiva Bolsa & Materias Primas, cartera compuesta por 12 ETF de Bolsa, REIT, Metales y Materias Primas. El rendimiento de dicho benchmark fue del +76% durante estos últimos 13 años, lo que significa que el sistema ROC3 ha tenido un desempeño inferior en torno a 20 puntos.

Desde un punto de vista normalizado, la rentabilidad de la Estrategia ROC3 ha sido de un +3,4% anualizado durante el ciclo 2005-2018. En paralelo, el índice de referencia marcó un rendimiento del +4,4% durante ese mismo período, así que nuestro sistema lo ha estado haciendo 1 punto peor de forma constante durante estos últimos 13 años. No es que sea una gran diferencia, pero cuando comenzamos a analizar una nueva operativa lo mínimo que podemos esperar es que sea capaz de batir al activo subyacente. En caso contrario, casi es mejor emplear un sencillo Buy&Hold.


Pasamos ahora a analizar los parámetros de gestión del riesgo. En este aspecto, el drawdown máximo alcanzado por la Estrategia ROC3 fue del -20%. Si lo comparamos con el del activo subyacente, situado en -53%, observamos que ha sido capaz de mejorarlo en nada menos que 33 puntos. En cuanto a la volatilidad, nuestro sistema ROC3 marcó un valor del 9%, notablemente inferior al 17% establecido por el índice de referencia. Vemos, por tanto, que este es el punto fuerte de la estrategia, ya que la reducción del riesgo sólo puede calificarse como espectacular.

En líneas generales, aquí tenemos otra estrategia con un comporamiento mediocre en cuanto a rentabilidad y con un gran resultado en relación con el drawdown. Podemos decir que tratamos con un sistema capaz de replicar el activo subyacente (aproximadamente) con un riesgo mucho más reducido que el del benchmark. Aunque no nos haremos ricos con esta operativa, puede ser adecuada para inversores conservadores que no quieran correr demasiados riesgos y que no dispongan de mucho tiempo libre para dedicárselo a sus inversiones.

Evolución de la estrategia en el ciclo 2008-2018


A continuación, vamos a revisar la evolución de la estrategia durante el último ciclo de 10 años. Como ya sabemos, en este período hemos sufrido la crisis inmobiliaria de 2008 y el posterior restablecimiento del mercado. Por tanto, se trata de un ciclo ideal para analizar el comportamiento del sistema durante una tendencia bajista y para verificar su capacidad de recuperación una vez concluidos los descensos. No debemos pasar por alto este tipo de escenarios, ya que hay técnicas siemprealcistas que alcanzan notables rentabilidades durante las tendencias ascendentes pero que, por desgracia, son incapaces de eludir los desplomes de los mercados, con el consiguiente riesgo de ruina para nuestra cuenta de inversión.


En el gráfico anterior podemos observar la evolución de la operativa y del benchmark asociado. La rentabilidad de la estrategia ROC3 durante el ciclo 2008-2018 fue del +29%. Teniendo en cuenta que el Buy&Hold alcanzó un rendimiento del +26%, podemos ver que nuestro sistema ha tenido un comportamiento ligeramente superior. En realidad, 3 puntos de diferencia puede ser considerado un empate técnico, así que mejor vamos a decir que la operativa ha replicado la evolución de los activos subyacentes (que, recordemos, son un abanico diversificado de 12 ETF).

Si nos centramos en los parámetros anuales, podemos indicar que la estrategia ROC3 alcanzó una rentabilidad anualizada del +2,5% durante estos últimos 10 años. Por su parte, el rendimiento anualizado del benchmark se quedó, como no podía ser de otra forma, en un valor muy similar del +2,3%. Ahora la distancia queda establecida en 0,2 puntos favorables a la operativa ROC3, un resultado ligeramente mejor que el obtenido en el ciclo de más largo plazo (2005-2018). En cualquier caso, seguimos hablando de diferencias muy poco relevantes.


Toca ahora revisar los parámetros de gestión del riesgo. El drawdown máximo de la estrategia ROC3 se situó en el -15% durante el período 2008-2018. Si tenemos en cuenta que la máxima excursión adversa del Buy&Hold fue del -53%, estamos hablando de una diferencia favorable de 38 puntos, un valor espectacular. En cuanto a la volatilidad, en el benchmark este ratio se situó en torno al 18%, mientras que el sistema ROC3 fue capaz de reducirlo hasta el 10%. Como vemos, aquí la operativa registra un comportamiento mucho más favorable que el del índice de referencia.

En resumen, podemos decir que tenemos entre manos una estrategia que nos va a permitir igualar la rentabilidad del activo subyacente con un drawdown mucho más reducido. A pesar de lo que pueda parecer, no es fácil encontrar un sistema que consiga minimizar en 38 puntos el máximo drawdown marcado por el índice de referencia. Es un punto fuerte a tener muy en cuenta ya que, en caso de necesidad, nos permitiría utilizar la operativa con doble o incluso triple apalancamiento. De cualquier manera, nos deja libertad para ajustar el ratio rentabilidad/riesgo como más nos convenga.

(Continuará en la segunda parte: Estrategia ROC3: Operar con un drawdown controlado - y 2)

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