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sábado, 8 de diciembre de 2018

Estrategia ROC3: Operar con un drawdown controlado (y 2)


(Continuación de la primera parte: Estrategia ROC3: Operar con un drawdown controlado - 1)

Evolución de la estrategia durante los últimos 5 años


Por último, vamos a analizar el comportamiento de la estrategia desde el año 2013. En este corto ciclo temporal la mayoría de los mercados bursátiles han estado inmersos en claras tendencias alcistas. Por tanto, este test nos servirá para verificar la evolución de nuestro sistema en activos con movimientos muy tendenciales. Es importante hacer esta comprobación, ya que podríamos estar operando con técnicas que usan stoploss demasiado ajustados y, si esto fuera así, lo más probable es que nuestros resultados quedaran muy por debajo de los del benchmark.


En el gráfico anterior podemos observar la evolución de la técnica y de su índice de referencia asociado. La rentabilidad de la estrategia ROC3 fue del +20% durante el ciclo 2013-2018. Frente a este dato, el benchmark alcanzó un rendimiento del +30% durante ese mismo período. Por tanto, estamos hablando de una operativa que lo ha hecho 10 puntos peor que el Buy&Hold. Obviamente, no se trata del comportamiento ideal esperado, pero no siempre es fácil para los sistemas mecánicos obtener buenos números tanto en ciclos alcistas como en ciclos bajistas.

Si normalizamos los resultados, veremos que la rentabilidad anualizada de la estrategia ROC3 fue del +3,7% durante estos últimos 5 años. Teniendo en cuenta que el benchmark obtuvo un rendimiento del +5,3% anualizado, resulta evidente que los datos no son demasiado buenos. En este caso, nuestro sistema ha quedado 1,6 puntos por debajo del subyacente, un resultado peor que el obtenido en los ciclos de medio y de largo plazo. Todo hace sospechar que la operativa se comporta mejor en escenarios mixtos (alcistas y bajistas) que en escenarios puramente alcistas.


Pasamos ahora a echar un vistazo a los parámetros clave de gestión del riesgo. En este aspecto, podemos ver que la estrategia ROC3 estableció un máximo drawdown del -13% durante el ciclo 2013-2018. Por su parte, el Buy&Hold marcó un drawdown del -23%, así que nuestra técnica operativa ha sido capaz de reducirlo en un total de 10 puntos, valor que no está nada mal para tratarse de un corto período de 5 años. Por lo que respecta al ratio de volatilidad, el sistema alcanzó un 9% y el índice de referencia un 13%, así que en este parámetro también hemos podido observar un comportamiento positivo.

En esta ocasión el sistema de inversión lo ha hecho ligeramente peor que el benchmark, en cuanto a rentabilidad anualizada se refiere. Como contraprestación, observamos que la operativa nos premia con una reducción de 10 puntos por lo que respecta al drawdown. Eso sí, los números obtenidos en este backtesting son notablemente peores que los obtenidos en el ciclo de medio plazo o en el ciclo de largo plazo. En un sistema con rasgos defensivos como este, es complicado mantener el ritmo del subyacente cuando se haya inmerso en un fuerte movimiento tendencial.


Rentabilidad histórica de la Estrategia ROC3


Si nos centramos en los valores totales, podemos ver que estamos ante una estrategia que ha obtenido una rentabilidad anualizada del +3,4% desde al año 2005. Lamentablemente, este resultado está 1 punto por debajo del marcado por el benchmark, así que no se trata de un porcentaje que podamos destacar bajo ningún aspecto. Siendo un poco generosos, podemos decir que se trata de un sistema de inversión que "casi" replica al activo subyacente. No es lo mejor que se puede decir de una operativa, pero es la realidad con la que nos hemos encontrado en el backtesting.

Afortunadamente, en la faceta de gestión del riesgo los números salen mejor parados. El drawdown máximo de la estrategia desde 2005 quedó establecido en -20%, nada menos que 33 puntos por debajo del que hubiésemos obtenido con un Buy&Hold. Cualquier diferencia por encima de 30 puntos en este parámetro sólo puede ser calificada con una nota de sobresaliente. Se trata de un umbral que permitirá dormir a pierna suelta a la persona que se decida a operar con un sistema de este tipo. Un inversor agresivo quizás no valore este dato, pero os aseguro que es el anhelo de cualquier inversor conservador.

Hemos de tener en cuenta que un drawdown del -20% nos puede permitir operar con apalancamiento si lo deseamos. Podemos jugar con esta posibilidad y lanzar unos backtesting para obtener algunos datos. Trabajando con doble apalancamiento, desde 2005 la estrategia habría alcanzado una rentabilidad anualizada del +6,3% (superior al +4,4% del benchmark) con un drawdown del -32%. Y con triple apalancamiento, la rentabilidad anualizada subiría hasta el +8,3% mientras que, al mismo tiempo, el drawdown se quedaría en un no demasiado elevado -43% (inferior al -53% del benchmark). Ahí tenemos más cosas en las que pensar...


Conclusiones del backtesting de la Estrategia ROC3


Una vez realizados todos los backtesting anteriores, resulta evidente que la estrategia ROC3 no nos va a servir para batir al benchmark. Sin embargo, su reducido drawdown nos da la oportunidad de conseguir dicho objetivo mediante la utilización de cierto apalancamiento. Usando doble o triple leverage podemos llegar a incrementar la rentabilidad hasta un +8% anualizado. Eso sí, hemos de tener cuidado de no ir más allá. En ningún caso deberíamos trabajar con un sistema de inversión cuyo backtesting haya arrojado un drawdown por encima del 50%. Eso supondría un riesgo de ruina del 100% y, por tanto, sería menos doloroso ir tirando nuestro dinero por la calle.

Como curiosidad, podemos comparar estos resultados con los de su estrategia prima hermana. Al contado, el sistema ROC6 alcanzó una rentabilidad anualizada (desde 2005) del +5,2% y un drawdown del -16%, mientras que el sistema ROC3 hemos visto que se quedó en un rendimiento del +3,4% y un drawdown del -20%. Esto significa que los números de la ROC3 son perceptiblemente inferiores a los de la ROC6: una diferencia de 1,8 puntos en rentabilidad y de 4 puntos en drawdown. No es que sea una distancia desmesurada, pero sí lo suficiente para facilitarnos la labor de decantarnos por una operativa o por otra.

En cualquier caso, como peculiaridad os indico que en muchas ocasiones se suelen emplear ambas estrategias en combinación. ¿Que cómo se hace eso? Pues muy sencillo, dividimos nuestro capital en dos partes y cada subcuenta opera con uno de los sistemas. De esta forma no conseguiremos incrementar la rentabilidad anualizada a largo plazo, pero sí que se logra reducir el máximo drawdown de la operativa. Esto lo comento meramente a título informativo, ya que operar únicamente con el sistema ROC3 (o con el ROC6) es una solución tan válida como trabajar con la operativa combinada.


Como conclusión, podemos decir que la estrategia ROC3 podría ser válida para aquellos inversores conservadores de largo plazo que no dispongan de mucho tiempo libre. Se trata de una operativa con reglas sencillas y con revisión mensual que nos permite obtener un +3% de rentabilidad anualizada. No es un gran rendimiento, pero hemos de tener en cuenta que este resultado se consigue con un drawdown controlado del -20%, dato que también debe ser valorado si no queremos sufrir más de lo necesario con nuestra cuenta de inversión. Recordad que siempre debemos fijarnos en la ecuación rentabilidad/riesgo y no únicamente en la rentabilidad absoluta.

Pues nada, eso es todo lo que quería comentaros con respecto a la estrategia ROC3. Una vez tenemos toda la información sobre la misma, ya es decisión vuestra ver si la incorporáis a vuestra caja de herramientas o no. Por supuesto, siempre que os sea posible, es mejor trabajar con una cartera de estrategias y no con una única operativa, ya que eso nos permitirá reducir el máximo drawdown global de nuestra cuenta.

Saludos.

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