¿Qué es más rentable, invertir en Bolsa o invertir en Oro y Plata? Esta es la cuestión que, con frecuencia, se plantean los inversores que se aproximan tanto al mercado de acciones como al mercado de los Metales Preciosos. Los defensores de una u otra opción no dudan en recomendarnos sus activos preferidos y, para ello, se encargan de darnos a conocer cuáles son los beneficios asociados a cada uno de ellos. Pero, ¿quién tiene razón en realidad?
Hace poco un compañero me hizo una breve exposición en la que trataba de demostrarme que la única opción válida de inversión a largo plazo era la Bolsa. Y, por ende, tratar de invertir en Oro o en Plata era poco menos que tirar el dinero. Aunque sus argumentos parecían razonables, me propuse buscar datos por mí mismo y verificar si lo que indicaba era correcto o no.
Por cierto, os recomiendo que vosotros hagáis siempre lo mismo. Cuando alguien (aunque sea un buen amigo) os diga que este o aquel activo de trading es el mejor de todos, lo primero que tenéis que hacer es realizar vuestros propios análisis y comprobar que lo que os han comentado tiene cierta base histórica y estadística.
En el gráfico anterior podemos ver la Rentabilidad de los Metales frente a la Bolsa desde el año 1960. Durante los últimos 55 años, el rendimiento del Oro ha sido de un espectacular +3.500%, mientras que el del índice Dow Jones (DJIA) se ha quedado en un +1.800%.
Tal y como se aprecia, desde que se abandonó el patrón Oro, en 1971, la
rentabilidad del Oro duplica a la rentabilidad del Dow Jones. Obviamente, este dato no respalda la teoría de que la Bolsa es el mejor lugar en el que poner nuestro dinero, ni tampoco avala la afirmación de que no merece la pena plantearse la posibilidad de depositar nuestros ahorros de largo plazo en Oro y Plata.
Debido a la amplitud del período mostrado, lo mejor es ver los resultados anualizados. En el caso del Oro, estamos hablando de un rendimiento anual del +8%, y en el caso del Dow Jones el porcentaje se queda en el +7%. Una vez más, la magia del interés compuesto: un sólo punto anualizado de diferencia se traduce en una distancia descomunal varias décadas después (+3.500% frente a +1.800%).
En este segundo gráfico podemos apreciar la evolución del Oro durante el período de 20 años que va desde1995 hasta 2015. Como se puede ver, se ha movido desde un valor inicial de 375 dólares hasta un cierre de 1.196 dólares, alcanzando un pico en 1.921 dólares durante el año 2011. Esto supone una rentabilidad anualizada del +6%. Durante esos mismos 20 años, el índice DJIA ha obtenido un rendimiento anualizado del +8%.
Aunque desde 1995 parece que la Bolsa está yendo ligeramente mejor que los Metales Preciosos, la realidad es que estamos hablando de rentabilidades comparables. Según dichos resultados, en ningún caso parece justificado desechar la inversión (o especulación) en metales.
Por tanto, ¿qué es mejor, invertir en Bolsa o en Oro? La realidad es que ninguno de estos activos es superior al otro. Lo ideal sería ir posicionándose en uno u otro al identificar el comienzo de una tendencia alcista en alguno de ellos. Pero, si no queremos estar pendientes de forma contínua de la evolución de los mercados, lo mejor es usar el Sistema combinado de Bolsa y Metales que ya vimos en su día en Tambolsa.es.
En definitiva, no podemos afirmar que la inversión en Bolsa sea mejor que la inversión en Oro (ni al revés), sino que, más bien, estamos ante inversiones complementarias. Combinando hábilmente ambos tipos de activos alcanzaremos una rentabilidad anualizada a largo plazo de +7%. Y, lo mejor de todo, es que podremos obtener ese porcentaje sin necesidad de seguir, día a día, la evolución de los precios en una pantalla.
Esperamos que lo comentado en el post os sirva para tener claro cuáles son las ventajas y las limitaciones de la inversión en metales preciosos. Ahora ya es cuestión personal decidir si queremos operar con el Oro y la Plata (o no)...
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario