Hace unas semanas abrimos una operación sobre el Oro con la intención de capturar el movimiento bajista que preveíamos que se iba a producir. Sin embargo, aunque dicho movimiento se concretó finalmente, nosotros no pudimos aprovecharnos de él, ya que nuestro stoploss nos sacó de la operación antes de poder disfrutar de la caída.
El pasado día 1-noviembre, a pesar de ser un día semifestivo, vimos que la onza de Oro comenzaba a perforar a la baja el soporte intermedio situado en el nivel 1.319 dólares. Aunque no era un nivel demasiado relevante, el momentum bajista que acumulaba el metal nos hizo confiar en que las caídas continuarían.
Por tanto, ejecutamos la entrada con 80 lotes en torno a 1.316 dólares. Acto seguido, la cotización siguió cayendo hasta marcar un mínimo en 1.305 (+11 dólares por lote). Como todo parecía ir sobre ruedas, decidimos fijar nuestro stoploss en 1.326 dólares (a pesar de que el último máximo relativo estaba en 1.328 dólares).
Posteriormente, la onza quedó inmersa en un pequeño canal lateral, oscilando entre 1.305 y 1.323, pero sin llegar a decidirse entre continuar con las caídas o iniciar un nuevo tramo alcista. Durante todo ese tiempo nosotros decidimos mantener nuestro stoploss en los 1.326 dólares, ya que parecía ser un punto adecuado ligeramente por encima del rango lateral.
Sin embargo, nuestra suerte se acabó poco después, el 7-noviembre. Ese día la cotización del metal subió ligeramente hasta marcar un máximo en 1.327 dólares, lo justo para hacer saltar nuestro stoploss. Como vemos en el gráfico, se trata de un claro barrido, ya que la vela dejó únicamente una mecha por encima del techo, llegando incluso a cerrar en 1.303, por debajo del suelo del rango lateral.
De hecho, en los días posteriores, el precio siguió bajando con fluidez, de manera que el 12-noviembre se llegó a alcanzar el nivel 1.276, punto en el que habíamos tenido situado nuestro target inicial. Eso confirma que la estrategia de fondo era correcta, aunque el timing no fue el adecuado.
En particular, el stoploss no estaba demasiado bien colocado. Si hubiese estado 1 dólar más arriba entonces no hubiese saltado y la operativa hubiese alcanzado el target con +40 dólares por lote. En vez de situarlo en 1.326 dólares, hubiese sido más correcto mantenerlo un poco por encima de la resistencia 1.328 dólares (por ejemplo, en 1.331). Esto hubiese supuesto reducir el lotaje de entrada, pero el planteamiento hubiera sido más consistente.
Hace poco tuvimos un problema similar con el Oro (ver post Oro - El stoploss nos priva de los beneficios), así que probablemente estemos teniendo un problema con los stoploss y los estemos ajustando demasiado. Por supuesto, dos operaciones no son relevantes en el contexto de todo un sistema, pero tendremos que seguir de cerca este tema para ver sus pros y sus contras.
Pues nada, una vez hecho este análisis, sólo queda volver a los gráficos y tratar de encontrar nuevos setups de entrada. Es importante que estos problemas no nos influyan en el futuro a la hora de ejecutar los triggers.
Saludos.
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