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sábado, 6 de octubre de 2018

Backtesting de la Estrategia 3-ATR (1)

Vamos a continuar hoy con nuestra revisión de los sistemas clásicos lanzando un backtesting sobre la Estrategia 3-ATR. Como ya sabemos, se trata de una técnica orientada al largo plazo y cuyo objetivo es batir al índice de referencia con la mínima frecuencia operativa posible. Esta baja cantidad de operaciones permite que la operativa pueda ser aplicada con un seguimiento reducido por parte del inversor. Obviamente, todo esto pone de manifiesto que se trata de una estrategia pensada para inversores conservadores o para personas que no disponen de demasiado tiempo libre para dedicar a temas de inversión.

Backtesting de la Estrategia 3-ATR


Ya estuvimos hablando sobre la Estrategia 3-ATR en el pasado, así que hoy no vamos a entrar mucho en los detalles de su operativa. Mencionar simplemente que sus reglas de trading se basan en dos pilares fundamentales: por un lado, las medias móviles y, por otro lado, la volatilidad del activo con el que estamos operando. Sus señales de compra/venta se construyen de forma bastante sencilla, así que no deberíamos encontrarnos con los escenarios ambiguos tan típicos de otros sistemas de mayor complejidad. O estamos subidos a una tendencia alcista relevante o estamos fuera del mercado financiero correspondiente.

A partir de las reglas indicadas, los autores indican que la estrategia es capaz de batir a los índices de referencia por 4 ó 5 puntos de rentabilidad anualizada. No es que tenga razones para no creerles, pero es nuestro deber comprobar si dicha afirmación tiene visos de ser cierta o no. Para ello, hoy vamos a apoyarnos en un backtesting realizado con los datos del último Ciclo básico Guinart de largo plazo (18 - 20 años). Si, una vez analizados los resultados, verificamos que la técnica supera con claridad al benchmark, entonces podremos comenzar a operar con el sistema 3-ATR (primero con una cuenta demo y, finalmente, con una cuenta real).


Para evitar el sesgo positivo o negativo de trabajar con un único activo, el backtesting lo vamos a realizar con la Cartera Pasiva Bolsa & Materias Primas. Dicha cartera está compuesta por 12 activos bursátiles, sectoriales, inmobiliarios y de materias primas, así que los resultados obtenidos con ella serán más fiables que los que podamos obtener al operar la estrategia únicamente con el SP500 o con el Ibex, por ejemplo. Si con estas directrices el sistema no es capaz de batir al Buy&Hold, entonces nos será imposible calificarlo con un aprobado.

Tip: Aquí puedes revisar detalladamente los diferentes Tipos de Activos Financieros

Estrategia 3-ATR desde el año 2005


Vamos, por tanto, a echarle un vistazo en primer lugar a la evolución de la operativa durante el ciclo 2005-2018. Estos resultados nos van a dar un visión global muy precisa de cómo puede seguir haciéndolo la estrategia durante los próximos años. Como mínimo, nos permitirá responder a la cuestión de si su rentabilidad es capaz de superar a la del benchmark o no. Adicionalmente, analizaremos qué es lo que podemos esperar de la estrategia tanto desde el punto de vista del rendimiento anualizado como desde la perspectiva de la gestión del riesgo.


En la imagen anterior se puede apreciar la evolución gráfica del sistema durante los últimos 13 años. La rentabilidad de la Estrategia 3-ATR ha sido del +79% en el ciclo 2005-2018, mientras que la técnica pasiva Buy&Hold ha conseguido auparse hasta un total del +88% durante ese mismo período. Dicho de otro modo más ilustrativo, el Sistema 3-ATR ha alcanzado una rentabilidad anualizada del +4,5% en el ciclo 2005-2018 y, en paralelo, el benchmark obtuvo un rendimiento del +4,9% anual durante estos últimos 13 años.

A la vista de estos datos, no podemos decir que el comportamiento de la estrategia sea demasiado espectacular por lo que respecta a la rentabilidad anualizada. De hecho, queda por debajo del rendimiento alcanzado por el índice de referencia. Para ser más exactos, lo hace 0,4 puntos anualizados peor que el Buy&Hold. Aunque se puede considerar un empate técnico, este resultado no nos permite concederle el aprobado a la estrategia. Según los autores, la rentabilidad tendría que haberse ido hasta el entorno del 8% - 10% y, como resulta evidente, no ha sido así en estas últimas dos décadas.


A continuación, vamos a echarle un vistazo a los parámetros de gestión del riesgo. Tal y como se aprecia, la Estrategia 3-ATR alcanzó un drawdown máximo del -24% durante el ciclo 2005-2018 mientras que, en paralelo, el Buy&Hold dejó este valor en el entorno del -53%. Por lo que respecta a la Volatilidad, el sistema 3-ATR se quedó en un 12% y el de su índice de referencia se situó ligeramente por encima en el 13%. En líneas generales, en este apartado la estrategia lo ha hecho bastante mejor que la cartera pasiva Buy&Hold.

Resulta evidente que estamos ante una estrategia que posee dos vertientes con un comportamiento muy diferenciado. Por lo que respecta a los parámetros de rentabilidad, la técnica a duras penas es capaz de igualar el rendimiento del benchmark asociado, lo que puede considerarse como un resultado cuando menos mediocre. Sin embargo, por lo que respecta a los parámetros de riesgo, la estrategia consigue desplegar todo su potencial y mantiene su drawdown en torno a un contenido -24%, nada menos que 29 puntos por debajo del Buy&Hold. Aquí sí que estamos ante una faceta que merece ser destacada.

Evolución de la estrategia en el ciclo 2008-2018


Vamos a centrarnos ahora en el último ciclo de 10 años. Durante el período 2008-2018 hemos sufrido una importante crisis inmobiliaria y, por tanto, el análisis de este gráfico nos servirá para ver cómo se comporta la estrategia cuando se intercalan tendencias alcistas y bajistas. Es importante que revisemos el comportamiento de la operativa en un escenario de este tipo, ya que es posible que nos topemos con algún sistema que lo hace realmente bien con tendencias prolongadas pero que, sin embargo, baja notablemente su rendimiento cuando se produce algún giro inesperado del mercado.


En la imagen anterior podemos observar la evolución del sistema desde el año 2008. Recordemos que las señales están aplicadas sobre los 12 activos que componen la cartera pasiva Bolsa & Materias Primas. La rentabilidad global de la Estrategia 3-ATR fue del +41% durante el ciclo 2008-2018. En paralelo, el Buy&Hold se quedó en el +35% en ese mismo período. Traduciendo los datos, podemos concluir que el Sistema 3-ATR alcanzó un rendimiento anualizado del +3,5% durante la última década, mientras que el benchmark obtuvo un resultado del +3,0% anual.

A la vista de estos resultados, en esta ocasión hay que afirmar que la estrategia ha sido capaz de batir al Buy&Hold por 0,5 puntos anualizados. A pesar de ello, debemos considerarlo como un empate técnico y, por tanto, seguimos sin poder concederle el aprobado al sistema en estudio. Eso sí, parece que los giros de mercado le sientan bien a esta técnica. Aparentemente los cambios de dirección de las tendencias de largo plazo permiten que las reglas del sistema aprovechen mejor los movimientos del precio. En cualquier caso, habría que tener esta peculiaridad en mente a la hora de trabajar con el sistema.


Pasamos ahora a echarle un vistazo a los parámetros de gestión del riesgo. A pesar de la tendencia bajista, el comportamiento ha sido bueno y la Estrategia 3-ATR ha cerrado el ciclo 2008-2018 con un drawdown máximo del -23%. En paralelo, la caída máxima del Buy&Hold fue del -53%. Por último, por lo que respecta a la volatilidad, el Sistema 3-ATR marcó un valor del 12% durante estos 10 años, mientras que el benchmark se quedó en el 13%. Por tanto, se aprecia claramente que el control del riesgo no es uno de los puntos débiles de nuestra técnica.

Las lecturas globales son similares a las obtenidas en el ciclo de largo plazo. Estamos ante una estrategia que obtiene rentabilidades similares a las del activo subyacente, así que no creo que fascine a ningún inversor en este aspecto. Por contra, durante estos 10 años el sistema ha sido capaz de reducir el drawdown en 30 puntos con respecto al del índice de referencia. Se trata de un control del riesgo excelente que nos va a permitir dormir a pierna suelta por las noches, si somos conservadores, o que nos dará la posibilidad de incrementar el apalancamiento de la operativa, si nos consideramos inversores más agresivos.

(Continuará en la segunda parte: Backtesting de la Estrategia 3-ATR - y 2) 

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