Como podemos ver en el gráfico, la última onda bajista ejecutada durante la primera mitad del mes pasado llevó al activo hasta un mínimo en 26,82 dólares. Desde entonces, hemos vivido una situación correctiva que ha elevado la cotización hasta un máximo relativo de 29,87 dólares.
Parece ser que el nivel 30 dólares es el que ha sido elegido para retomar la tendencia bajista de fondo. Las dos últimas sesiones han sido a la baja, lo que parece encajar con ese escenario. Para confirmarlo, ya no deberíamos volver a ver a la Plata en los 30 dólares.
La próxima semana, si continuamos teniendo sesiones bajistas, será una buena oportunidad para reincorporarse a la tendencia principal. Por supuesto, el stoploss tendríamos que situarlo justo por encima de los 30 dólares, ya que la superación de dicho nivel invalidaría nuestra propuesta operativa.
Con esta entrada, un primer target podríamos situarlo en los mínimos anuales, es decir, en los 26 dólares. Obviamente, la idea no es conformarnos con un objetivo tan corto. Una vez alcanzado, fijaríamos nuestro siguiente target en la caída libre.
En un gráfico de más largo plazo (3 años) podemos ver que el nivel 26 dólares es un soporte de gran fortaleza, ya que ha servido de apoyo al metal en varias ocasiones: enero-2011, septiembre-2011, diciembre-2011 y mayo-2012. Por tanto, no será un nivel fácil de superar.
Eso sí, a pesar de todo, la inercia sigue siendo bajista, cosa que se confirma visualmente sin más que echar un vistazo a la directriz bajista de largo plazo (directriz roja en el gráfico). Eso significa que cada vez hay más probabilidad de que el soporte de los 26 dólares sea perforado (aunque, como siempre, hay que recordar que sólo hablamos de probabilidades y no de certezas).
Pues nada, veamos cómo se van desarrollando los acontecimientos en las próximas semanas.
Saludos.
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