El tranvía de Parla.
Sin duda el más emblemático de los gastos superfluos que pesan en
Madrid. El Ayuntamiento de
Parla, en una situación delicadísima, es incapaz de asumir los costes
de la concesión que se elevan a 48 millones.
La ciudad del circo. Se trata del polémico Centro de Artes de
Alcorcón (CREAA). La pretenciosa obra se ha tragado 120 millones de euros y
para ello ha tenido que demoler una biblioteca y talar cientos de
árboles.
El tren ligero de Madrid. Obra de la Comunidad. Desde que
arrancara su andadura las críticas no han parado de llover. Lento -35
minutos en recorrer 13,7 kilómetros-, ruidoso, y en muchas ocasiones
casi vacío.
Las radiales de Madrid. Obra del Ministerio de Fomento. Son
carreteras muy costosas de excelente calidad, que ven como pierden
tráfico a día a día dado la tasa de peaje y el estado de la crisis. Solo la
R-1 costó alrededor de 120 millones de euros.
El tren de la Warner. La Comunidad de Madrid, impulsora de la obra bajo la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón, ha
constatado el fracaso de una infraestructura que ha costado a los
madrileños 3,3 millones de euros al año pese a tener únicamente 190
viajeros de media al día.
Campaña de los Juegos Olímpicos. Madrid gastó en publicidad
institucional para promocionar los Juegos Olímpicos de 2012 unos 122
millones de euros. Además , el
coste de la construcción de los estadios necesarios para completar el
aspecto deportivo superaría
los 1.600 millones de euros.
Saludos.
Fuente: El Economista
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