La sombra del rescate se alarga tras una semana de tensiones
extraordinarias sobre la deuda española. La prima de riesgo, en los 536
puntos, se mantiene en los niveles más altos de la historia del euro.
Todos los activos con matrícula española han sufrido una semana nefasta.
Tanto, que la amenaza del rescate ha vuelto a proyectar su sombra sobre
nuestro país. Una marea de declaraciones, de rumores y de sospechas que
ha agitado la situación hasta un extremo, como nunca antes vivido. Es
más, la sensación de que España está en manos de Europa, bien
mediante la aportación de fondos, bien a través de una intervención en
el mercado del Banco Central Europeo (BCE), es creciente.
Del primer al último día, la última semana ha sido un terremoto continuo. Los temblores comenzaron el lunes. La prima de riesgo, que
mide el interés extra que piden los inversores a los bonos españoles a
10 años con respecto a los alemanes, superó de nuevo la barrera de los
500 puntos básicos. Es decir, se adentraba en un terreno histórico y
cada vez más peligroso.
Al final, la huella de todo este revuelo es evidente. El rendimiento de los bonos españoles
ha repuntado en las cinco últimas sesiones del 6,31 al 6,53 por ciento,
el nivel más alto desde noviembre. A su rebufo, la prima de riesgo se
ha ampliado en 42 puntos básicos.
Lo que no tiene precedente, ni cercano ni lejano, es el nivel al que ha escalado el seguro de crédito (CDS)
para protegerse de un posible impago de la deuda española. Ha superado
los 600 puntos básicos -en concreto, ha llegado hasta los 613,5- por
primera vez en la historia; o lo que es lo mismo, los inversores nunca han pagado tanto para protegerse del riesgo de que España no pague su deuda. Y el Ibex ha
acumulado una caída semanal del 7,3 por ciento, la mayor desde comienzos
de agosto de 2011.
Fuente: El Economista
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