EL TAMBOR DE LA BOLSA - Trading en los Mercados Financieros desde 2007

sábado, 3 de marzo de 2018

Estrategia de Cartera pasiva Tambolsa (1/3)

Hace poco un lector del blog me preguntó que, si tuviera que establecer una cartera pasiva de largo plazo, cuáles serían los tipos de activos que incluiría en la misma. En concreto, se refería a una ponderación agresiva que maximizara los beneficios producidos por la renta variable. Hoy intentaré responder a esta pregunta. Eso sí, como siempre, no sólo voy a fijarme en la rentabilidad esperada sino que también trataré de que no se dispare ni la volatilidad ni el drawdown de la estrategia. La idea es optimizar el rendimiento sin incrementar demasiado el riesgo de ruina.

¿Estrategias activas o Carteras pasivas de inversión?


En primer lugar recordemos que las estrategias de inversión se dividen en dos grandes grupos, según la forma en la que se trate de alcanzar un determinado objetivo de rentabilidad. Por un lado, tenemos las estrategias activas de especulación y, por otro lado, las carteras pasivas de inversión. Como siempre digo, ninguna de ellas es mejor que la otra, todo depende de la rentabilidad a la que aspiremos, del riesgo que estemos dispuestos a correr y de nuestra psicología de trading. Debemos dudar siempre de cualquier gurú que afirme que existe un único camino para alcanzar el éxito en los mercados financieros.

Las estrategias activas de especulación son las técnicas que más frecuentemente se suelen encontrar en la bibliografía financiera. En función de una serie de reglas más o menos complejas, se van comprando y vendiendo activos. En general, tienen bastante aceptación entre los inversores promedio. ¿Por qué? No tengo clara la respuesta, pero supongo que el hecho de estar aplicando unas reglas y de estar lanzando órdenes de compra/venta nos da una falsa sensación de control sobre los mercados. Otro día, con más tiempo, intentaré dedicar otro post más en profundidad sobre este tema.


En cuando a las carteras pasivas de inversión, son operativas con menos glamour que las anteriores. Básicamente, se centran en definir un determinado Asset Allocation y en recomendar una ponderación específica de activos. Cada cierto tiempo se revisa la cartera para asegurar que se sigue manteniendo la distribución de valores y eso es todo. A nivel general, suelen requerir mucho menos trabajo que las estrategias activas y suelen venir acompañadas de una menor frecuencia operativa. Por tanto, no son técnicas nada recomendables para los traders con tendencias ludópatas.

Estrategia de Cartera pasiva Tambolsa


Dicho lo anterior, volvamos a la cuestión que queríamos resolver en este artículo. ¿Qué productos seleccionaría para una cartera pasiva de renta variable? Si tenemos en cuenta que debe ir dirigida a un inversor promedio, como premisa yo me centraría en el mercado bursátil. Ya sabemos que existen otros muchos tipos de activos financieros, pero suelen ir acompañados de una gran volatilidad y, por tanto, dudo mucho que una persona que no se dedique al trading sea capaz de gestionar con eficacia este tipo de posiciones.

Otra razón de peso para dejarlos al margen es que, en general, los activos no relacionados con actividades productivas no suelen tener tendencias seculares alcistas. Esto es, son perfectamente válidos para operativas de trading de corto plazo. Sin embargo, no son adecuados para estrategias de Buy&Hold ya que, a largo plazo, suelen conservar su valor y, por tanto, tener un rendimiento similar a la inflación. Para concretar, nos estamos refiriendo a activos tales como divisas, metales, materias primas, energía, coleccionismo, etc...


Por tanto, la columna vertebral de la cartera estará posicionada en Bolsa. Posteriormente, eso sí, tendremos que determinar qué mercados bursátiles priorizamos sobre los demás (una tarea nada desdeñable). Adicionalmente, también incluiría cierto posicionamiento en los mercados inmobiliarios, debido a su baja correlación (en torno al 50%) con los mercados globales. En principio, con esa estructura nos bastaría para establecer una cartera pasiva básica con la que enfrentarnos al largo plazo con ciertas garantías de éxito.

Núcleo de la Cartera pasiva Tambolsa


En cuanto a la selección de los activos bursátiles, me decanto por seleccionar productos que inviertan desde un punto de vista regional más que desde una perspectiva sectorial. Es decir, no pasa nada por incluir algún sector por el que tengamos cierta preferencia, pero el núcleo de nuestra cartera debería estar distribuida a nivel geográfico. De esta forma nos escaparemos de los problemas puntuales que, de forma periódica, se vayan desencadenando en determinadas regiones de nuestro globo. A largo plazo producirá el mejor ratio rentabilidad/riesgo.


Dicho eso, vamos con la mejor selección de inversiones que deberíamos incluir en nuestra cartera pasiva. Son las siguientes.

1º) Bolsa EE.UU.: Como no, nuestra primera posición tendrá que corresponderse con la primera potencia mundial. Lo mejor será posicionarnos en el índice SP500, activo que nos permitirá replicar con bastante exactitud la evolución de la economía norteamericana.

2º) Bolsa Europa: Como era predecible, nuestra segunda elección tenía que ser Europa. Preferiblemente, la inversión deberá ser en activos de la Unión Europea, la región con menor riesgo y menor volatilidad del continente. Por tanto, bastará con replicar el comportamiento del índice paneuropeo Eurostoxx.

3º) Bolsa Japón: Con nuestra posición en Japón completaríamos la inversión en el trío de economías más poderosas y seguras del planeta. Aunque el país del sol naciente no ha vivido un buen comienzo de siglo, parece estar despertando estos últimos años. Podemos quedarnos con el índice Nikkei.

4º) Bolsa Global: También es imprescindible que tengamos una parte de la inversión en activos globales. De esa forma, no nos perderemos la buena evolución de la economía mundial siempre que este hecho se produzca. El seguimiento podría realizarse a través del índice MSCI World.

5º) Bolsa España: Adicionalmente, incluiría una parte de nuestra cartera en economías periféricas europeas (PIGS). Sin ir más lejos, podríamos posicionarnos en España, aunque no sería descartable hacerlo en Italia, Portugal, Irlanda o Grecia. Para eso tenemos nuestro índice doméstico Ibex.

6º) Bolsa Emergente: No podía faltar tampoco en la cartera una posición en los mercados bursátiles emergentes. He descartado los mercados frontera por su alto nivel de riesgo, pero quién lo desee es libre de invertir también en ellos. A nuestra disposición tenemos el índice MSCI Emerging Markets.

Estas 6 inversiones es lo que yo denomino la Cartera Pasiva Tambolsa Básica , ya que contiene la estructura mínima con la que podemos implementar una estrategia de largo plazo. Tal y como se aprecia, con ella estamos posicionándonos en las regiones geográficas más importantes del planeta. De esta forma, si la economía mundial va bien, entonces nuestra cuenta no tendrá dificultades para capturar una buena porción de rentabilidad. Y, como a muy largo plazo la Bolsa es suavemente alcista, la cartera irá incrementando su capital con el paso del tiempo (sufriendo, obviamente, los correspondientes drawdowns cuando corresponda).

Cartera Pasiva Bolsa de 6 activos

(Continuará en la segunda parte: Estrategia de Cartera pasiva Tambolsa - 2/3)

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