El BCE se compromete a valorar "de cerca" los nuevos datos económicos que surjan para adaptar su política monetaria, al tiempo que advirtió que mantendrá sus medidas "acomodaticias durante el tiempo que sea necesario".
Este mensaje "insinúa cambios en los próximos meses", advierten desde Morgan Stanley. "Es posible una rebaja de tipos en las reuniones de mayo o junio", indica Campuzano, aunque entre las balas que tiene Draghi en la recámara también se encuentran las políticas no convencionales, como la ayuda para facilitar el acceso al crédito a las pymes.

Sin embargo, las palabras de Draghi fueron insuficientes para el mercado, que "se mostró defraudado por la falta de soporte del BCE", explica Juan Lirola, analista de Self Bank. Con este mensaje más tibio, la institución "pasa la pelota al tejado de los Gobiernos para que no relajen sus políticas de consolidación fiscal", advierte Campuzano.
Además, las previsiones de que la economía de la eurozona comenzará a
recuperarse a partir de la segunda mitad del año invitan a pensar en que
el BCE podría optar por no tomar más medidas expansivas.
Draghi pidió un mayor esfuerzo a los líderes europeos para avanzar en la
unión bancaria, principalmente en el objetivo de con el Mecanismo Único
de Supervisión, con el que el Banco Central Europeo se convertirá en el
principal actor para el control de las entidades financieras.

"Creemos que esta medida es necesaria, pero los obstáculos políticos harán imprescindible una acción decisiva del BCE para lograrlo", explica Marie Diron, analista de Ernst & Young.
En el objetivo de la institución
se encuentra facilitar el acceso al crédito de las pymes y en unificar
la fragmentación que existe entre los países. "Draghi considera que los
retrasos en la integración financiera serían muy negativos", explica
José Luis Martínez Campuzano, analista de Citi.
Saludos.
Fuente: El Economista
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