Hace algunas semanas comenzamos a ver cuáles eran los resultados
históricos que podían llegar a obtenerse con la aplicación del sistema
MM30 de largo plazo. Según estuvimos observando, la estrategia nos servía para replicar la rentabilidad del activo subyacente y, lo mejor de todo, es que nos permitía hacerlo reduciendo notablemente su drawdown asociado.
Recordemos que, una vez que ya habíamos detallado en qué consistía el
sistema MM30, la idea del post anterior era examinar qué se podía
esperar de su aplicación sobre un activo concreto (ver post Resultados históricos del sistema MM30 - 1). Por eso dedicamos gran parte del tiempo a estudiar los resultados obtenidos con el índice SP500 en el ciclo 2000-2014.
Al
igual que hemos hecho con el SP500, esta estrategia se puede adaptar a
otros subyacentes. Por ejemplo, podemos ver cómo hubiese sido su desempeño con
nuestro índice Ibex durante el período anteriormente mencionado
2000-2014.
En el gráfico se puede apreciar que hay ciertas diferencias con respecto al SP500. Mientras que el Ibex apenas subió un +7% durante estos 14 años
(¿pero no dicen que siempre se gana a largo plazo?), una cuenta en la que se hubiese
operado con el sistema MM30 ("SYSTEM MM30") hubiese alcanzado un
rendimiento del +107%. Esto es, estamos hablando de una rentabilidad anualizada del +5% frente al 0% del índice Ibex, nada menos que 5 puntos de diferencia.
Si
hubiésemos empleado la variante del sistema MM30 que sólo lanza las
operativas alcistas ("BUY MM30"), entonces el rendimiento durante esos
14 años se hubiese quedado en el +72% o, lo que es lo mismo, en un +3%
anualizado. Nuevamente, vemos el atractivo del interés compuesto: ganando únicamente dos puntos más cada año (del +3% al +5%), al cabo de 14 años nuestra
cuenta muestra una rentabilidad 35 puntos superior (del +72% al +107%).
Se trata de mucho capital en el largo plazo.
Tal y como se puede apreciar, operando
sólo al alza se gana menos dinero que con el sistema integral. Además, el drawdown en ambas variantes es muy similar: -27% del sistema completo frente al -26% del sistema que opera únicamente en sentido alcista. Por tanto, vemos que no aporta mucho beneficio limitar la operativa de la estrategia, ya que lo único que conseguimos es reducir la rentabilidad final alcanzada sin que se produzca una mejoría apreciable en el drawdown asociado.
Con los
ejemplos anteriores nos podemos hacer una idea muy clara de cómo es la
evolución del sistema MM30 frente a su activo de referencia. Resulta
evidente que se va imponiendo de forma gradual y consistente, de ahí que sea
importante programar esta estrategia a largo plazo (más de 20 años).
También hemos visto que la rentabilidad del
sistema aumenta (sin un incremento significativo del drawdown) si operamos tanto al alza como a la baja (y no
únicamente al alza). Estas serían las conclusiones principales del estudio.
Evidentemente,
si no nos conformamos con batir por 5 puntos anualizados a los índices
de referencia, entonces esta estrategia no es para nosotros. Pero tengamos en cuenta que, si queremos sistemas con rentabilidad anuales superiores al +20%, entonces tendremos que asumir que vamos a coexistir con una volatilidad mucho mayor. Al final, como siempre decimos, es
fundamental encontrar algo que se adapte a nuestra filosofía de
inversión.
Y eso es todo. Esperamos que la operativa de la estrategia MM30 semanal haya quedado lo más clara posible con los ejemplos comentados. Ahora ya es cosa vuestra decidir si la vais a incorporar a vuestra cartera o no...
Saludos.
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