La Reserva Federal ha decidido poner fin a su programa de estímulos, el conocido como quantitative easing (QE), este mes, tal y como ha anunciado la institución presidida por Janet Yellen. Además, ha decidido mantener los tipos de interés en el 0-0,25% y ha
prometido mantenerlos bajos durante un "periodo considerable" de tiempo.
De
este modo, el banco central estadounidense concluye un plan de estímulo
que ha alcanzado los 1,66 billones de dólares desde que diera comienzo
en septiembre de 2012. Entonces comenzó la tercera ronda de compra de
activos desde que comenzara la crisis con un volumen mensual de 85.000
millones. A partir de enero de 2014 comenzó a reducir las compras en
10.000 millones por reunión.
El Comité de Política Monetaria (FOMC, por sus siglas en inglés) considera
que "ha habido una mejora sustancial de las previsiones para el mercado
laboral desde que se inició el programa de compras de activos" y ve que
la economía tiene una fortaleza suficiente para que la mejora del
empleo continúe en un contexto de estabilidad de precios.
Una vez concluido el QE, el debate se centra ahora en el
momento de empezar a subir los tipos de interés, algo que no sucede
desde 2006, en un momento en el que la economía global se está
estancando y la deflación amenaza en buena parte del mundo.
El FOMC ha repetido igual que considerará una amplio rango
de información a la hora de tomar esta decisión sobre los tipos de
interés, que se encuentran cerca del 0% desde diciembre de 2008. La
mayoría de los miembros apunta a que no llegará hasta el año que viene,
según las últimas estimaciones hechas públicas el mes pasado.
Fuente: El Economista
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