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sábado, 22 de septiembre de 2018

Backtesting de la Estrategia MM30 (y 2)


(Continuación de la primera parte: Backtesting de la Estrategia MM30 - 1)

Evolución de la estrategia durante los últimos 5 años


Pasamos por último a revisar la evolución de la estrategia durante el ciclo 2013-2018. En este período no hemos sufrido ninguna crisis de relevancia y, por tanto, sus conclusiones nos servirán para verificar el comportamiento de la operativa durante un movimiento plenamente alcista. Como ya he dicho en alguna otra ocasión, siempre que nos sea posible debemos realizar pruebas en escenarios alcistas, bajistas y laterales. Los sistemas siempre tienen puntos fuertes y puntos débiles: por tanto, si no analizamos todos los escenarios posibles, es posible que nos encontremos con alguna sorpresa negativa que habíamos pasado por alto desde un principio.


En la imagen anterior se puede apreciar la evolución de nuestro sistema durante los últimos 5 años. La rentabilidad global de la Estrategia MM30 fue del +24% en el ciclo 2013-2018, mientras que el Buy&Hold alcanzó un rendimiento del 39% durante ese mismo período. Desde un punto de vista anual, la Estrategia MM30 se quedó en una plusvalía anualizada del +4,8% y, en paralelo, el benchmark fue capaz de finalizar con un rendimiento del +6,8% anualizado. Dentro del conjunto de los denominados parámetros de rentabilidad, el valor anualizado puede ser considerado como el más importante de todos ellos. 

En este caso resulta evidente que la estrategia lo ha hecho peor que el Buy&Hold. La realidad es que cerró el período 2013-2018 con 15 puntos menos de rentabilidad global o, dicho de otra forma, con 2,0 puntos menos de rentabilidad anualizada que el índice de referencia. Se trata de un resultado bastante malo. No es aceptable que, al implementar una operativa activa, obtengamos una rentabilidad inferior a la que hubiésemos alcanzado si nos hubiésemos sentado sobre nuestra cartera a observar crecer nuestro capital de forma pasiva. Aquí hay un problema de base.


Echemos ahora un vistazo a los parámetros de gestión del riesgo. Por lo que respecta al máximo drawdown, la Estrategia MM30 se quedó en un ínfimo -12%, mientras que su benchmark alcanzó un valor del -23%. Y en el caso de la volatilidad, nuestro sistema obtuvo un 11% frente al 13% marcado por el índice de referencia. En ambos casos, la operativa lo ha hecho bastante mejor que el Buy&Hold, aunque en esta ocasión la diferencia no es tan abismal como en los ciclos de medio y de largo plazo. Como es lógico, en los mercados fuertemente alcistas no se aprecia tanto la diferencia entre un buen y un mal control del riesgo.

Una vez más, vemos que se repite un patrón similar. La estrategia MM30 tiene un comportamiento deficiente por lo que respecta a rentabilidad pero, sin embargo, obtiene unos números excelentes en lo referente a gestión del riesgo. Estamos ante una operativa que se queda 2,0 puntos anualizados por debajo del Buy&Hold pero que, al mismo tiempo, es capaz de reducir el drawdown asociado en un total de 11 puntos. Por supuesto, esto último es menos importante en mercados alcistas y, al mismo tiempo, es más relevante cuando trabajamos con activos que van intercalando movimientos alcistas con movimientos bajistas.

Rentabilidad histórica de la Estrategia MM30


Como hemos podido apreciar en los gráficos mostrados, los resultados generados en los 3 casos nos permiten extraer conclusiones similares. Por un lado, las rentabilidades de la estrategia MM30 se mueven entre 0,8 y 2,0 anualizados por debajo de las de la cartera Buy&Hold. Y, por otro lado, el drawdown de la MM30 consigue reducir entre 11 y 30 puntos las caídas sufridas por el índice de referencia. Por tanto, desde el punto de vista del rendimiento, estamos ante un sistema que no alcanza el aprobado. Sin embargo, desde el punto de vista de la gestión del riesgo, sus resultados se pueden calificar como sobresalientes.

Centrándonos en el largo plazo, ya vimos que la Estrategia MM30 alcanzó una rentabilidad anualizada del +3,3% anual en el ciclo 2005-2018. Teniendo en cuenta que el Buy&Hold marcó un valor del +4,9%, estamos hablando de una operativa que lo ha hecho 1,6 puntos peor que el benchmark durante estos 13 años. Lógicamente, cuando un inversor decide confiar en una estrategia, lo mínimo que puede esperar es que su evolución iguale la del mercado subyacente. En caso contrario, como es lógico, lo mejor sería prescindir del sistema y arriesgarse con un posicionamiento pasivo en el activo.

Hablando de riesgo, aquí encontramos el punto fuerte de la técnica MM30. El máximo drawdown desde al año 2005 fue de un moderado -20%. Si valoramos que el Buy&Hold tuvo una caída máxima del -53%, estamos hablando de una reducción de nada menos que 33 puntos durante estos 13 años. La verdad es que, se mire como se mire, se trata de una diferencia espectacular. De hecho, a pesar de la escasa rentabilidad, este riesgo tan contenido hace que estemos ante un sistema de cierto interés para los inversores conservadores. Podríamos poner el piloto automático con la tranquilidad de saber que el drawdown se va a quedar en torno al -20%.

Conclusiones del backtesting de la Estrategia MM30


En cualquier caso, hemos podido ver que los rendimientos obtenidos por la estrategia MM30 no son nada del otro mundo. Muchos inversores hablan de la MM30 como si este concepto estuviera envuelto en un halo místico. De hecho, están convencidos de que cualquier sistema basado en ella tiene que ser poco menos que el santo grial del trading. Según su teoría, la MM30 constituye un soporte fuerte y, por tanto, cualquier compra que realicemos en torno a ese nivel tendrá una alta probabilidad de éxito en el mercado correspondiente.

Sin embargo, acabamos de ver que no todo lo que reluce es oro en relación con la MM30. La rentabilidad de esta estrategia, en particular, se ha quedado en un escaso +3,3% anualizado. Cuidado, no estoy diciendo que la MM30 no sirva para nada. Lo que digo es que, para que tenga cierta utilidad, deberá ser utilizada en combinación con otros filtros para constituir un sistema que tenga esperanza matemática positiva. En trading debemos dejar de lado los conceptos místicos y concentrarnos en buscar estrategias de inversión que sean estadísticamente rentables.

Como el drawdown del sistema MM30 nos lo permite, vamos a echar un vistazo a lo que pasaría si lo operásemos con cierto apalancamiento. Si nos apalancamos al doble, en el ciclo 2005-2018 la operativa obtendría una rentabilidad anualizada del +6,8% con una drawdown máximo del -36%. Y si nos apalancamos al triple, la estrategia alcanzaría un rendimiento anualizado del +9,0% con un drawdown asociado del -50%. Como vemos, con una caída similar a la del Buy&Hold, el leverage nos permitiría batir al benchmark por 4,1 puntos. Una opción a tener en cuenta.

Resumiendo, podemos decir que la estrategia MM30 sólo sería recomendable para aquellos inversores conservadores preocupados principalmente por mantener el riesgo bajo control. En cambio, para los traders más agresivos existiría la posibilidad de utilizar el sistema con triple apalancamiento, siempre y cuando seamos conscientes de que estamos trabajando con un drawdown del -50%. No estamos ante el santo grial, pero al menos tenemos dos opciones operativas en función de que queramos enfocarnos en la rentabilidad o en el riesgo.

Pues nada, eso es todo lo que había que comentar con respecto al backtesting de la estrategia MM30. Espero que nos haya servido para quedarnos con una idea bastante clara de lo que podemos esperar (y lo que no) de esta técnica. En cualquier caso, podéis dejarme aquí abajo en los comentarios cualquier duda que os vaya surgiendo con respecto a este tema.

Saludos.

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