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sábado, 13 de octubre de 2018

Backtesting de la estrategia 3-ATR (y 2)


(Continuación de la primera parte: Backtesting de la Estrategia 3-ATR - 1)

Evolución de la estrategia durante los últimos 5 años


Finalmente, vamos a revisar el desarrollo de la estrategia durante el último ciclo corto 2013-2018. Comentar que en estos 5 años la evolución del mercado ha sido plenamente alcista, sin grandes correcciones. Por tanto, este backtesting nos servirá para validar el comportamiento del sistema con activos que están dibujando movimientos tendenciales muy definidos. Aunque pueda parecer muy sencillo ser rentable en dicho escenario, debemos tener en cuenta que hay técnicas que no soportan demasiado bien las correcciones técnicas de corto plazo.


En la imagen anterior podemos observar la evolución de la curva durante este ciclo de corto plazo. La Estrategia 3-ATR ha obtenido una rentabilidad acumulada del +10% en el período 2013-2018. En paralelo, el Buy&Hold alcanzó un rendimiento global del +39% durante estos 5 años. Desde otra perspectiva, podemos decir que el Sistema 3-ATR se ha quedado en una rentabilidad anualizada del +1,9% en el ciclo 2013-2018, mientras que el índice de referencia ha conseguido auparse hasta un rendimiento del +6,8% anual en este mismo espacio de tiempo.

Ni que decir tiene que la actuación de la estrategia ha sido desastrosa. Se mire como se mire, quedarse 5 puntos por debajo del benchmark sólo puede ser considerado como una debacle. Por lo que respecta al apartado de la rentabilidad, la técnica sólo se merece un suspenso. Todo apunta a que la operativa se comporta de manera incorrecta cuando el activo se encuentra inmerso en una tendencia alcista de fondo salpicada de breves correcciones de corto plazo. Estos pequeños movimientos "engañan" a la estrategia, obligándola a ejecutar más operaciones de las que debería realizar un sistema considerado tranquilo y orientado al largo plazo.


Toca ahora echarle un vistazo a los parámetros de gestión del riesgo. A este respecto, la Estrategia 3-ATR ha mantenido su drawdown máximo en torno al -19% en el ciclo 2013-2018, mientras que en el Buy&Hold este valor se incrementó hasta el -23% para ese mismo período de tiempo. En cuanto a la volatilidad, en el Sistema 3-ATR quedó situada en el 13%, nivel idéntico al alcanzado por el índice de referencia en el ciclo 2013-2018. Como vemos, a diferencia de los ciclos de largo y medio plazo, ahora no se aprecia tanta diferencia entre los resultados marcados por la estrategia y los obtenidos por la cartera pasiva Buy&Hold.

En líneas generales, el comportamiento de la estrategia ha sido bastante pobre durante el ciclo 2013-2018. En relación con la rentabilidad, el sistema se quedó nada menos que 5 puntos anualizados por debajo del benchmark. Y, por lo que respecta al control del riesgo, nuestra técnica sólo fue capaz de rebajar en 4 puntos el drawdown máximo alcanzado por el Buy&Hold. Con estos resultados, resulta evidente que la estrategia no se comporta bien ante escenarios muy tendenciales en los que no se producen giros de mercado de largo plazo. Si vamos a operar con esta técnica, será obligación nuestra tener en cuenta este punto débil de su operativa.


Rentabilidad histórica de la Estrategia 3-ATR


Tal y como hemos podido ver en los 3 gráficos, hay bastante dispersión de resultados según el plazo analizado. La rentabilidad anualizada de la estrategia se mueve dentro del rango delimitado entre +1,9% y +4,5%, mientras que el drawdown máximo varía desde el valor -19% hasta el -24%. Lo que más llama la atención es la diferencia en el rendimiento, ya que el mínimo del +1,9% se alcanza precisamente cuando estamos trabajando en el ciclo con la tendencia alcista más definida. En esta ocasión hemos detectado una estrategia que no se comporta bien ante los movimientos tendenciales de gran fortaleza.

Si nos centramos en el ciclo de largo plazo, ya hemos visto que la Estrategia 3-ATR ha sido capaz de obtener una rentabilidad anualizada del +4,5% durante el período 2005-2018 mientras que, al mismo tiempo, ha conseguido mantener el drawdown máximo en un moderado -24%. Si lo comparamos con el Buy&Hold, esto quiere decir que nuestro sistema ha obtenido un rendimiento 0,4 puntos anualizados peor que el del benchmark. Se trata de un resultado muy pobre pero al menos el drawdown alcanzado ha sido 29 puntos interior al del índice de referencia. En líneas generales, podemos decir que estamos ante una estrategia que replica el activo subyacente con una volatilidad muy inferior.

La verdad es que un drawdown tan bajo nos puede permitir operar la técnica con cierto apalancamiento. Para que nos sirva de ejemplo, podemos hacer el ejercicio de lanzar la estrategia con leverage. Si la operamos con doble apalancamiento, el sistema obtendría una rentabilidad anualizada del +9,0% durante el ciclo 2005-2018, con un drawdown máximo asociado del -43%. Y si lo operásemos con triple apalancamiento, la técnica alcanzaría un rendimiento anualizado del +11,9% con un drawdown asociado del -56%. Las plusvalías son importantes, pero cada inversor deberá decidir si puede soportar caídas por encima del 50%.


Conclusiones del backtesting de la Estrategia 3-ATR


A la vista de todo el análisis realizado, la primera conclusión a la que debemos llegar es que la estrategia no cumple con lo prometido en relación con la rentabilidad. En ningún caso se ve factible que el sistema pueda batir a los activos subyacentes por 4 ó 5 puntos anualizados. Yo apostaría a que lo más probable es que estemos ante una técnica ideal para replicar el índice de referencia, pero no para ir más allá. Sinceramente, esperaba un mejor comportamiento de la operativa en el largo plazo, pero el backtesting no miente y esto es lo que tenemos.

A pesar de su bajo rendimiento, hay que destacar el punto fuerte de la estrategia en relación con la volatilidad. Con un drawdown situado en torno al -24%, estamos ante un sistema que no nos va a dar demasiados sobresaltos a lo largo del tiempo. Podría ser empleado, por ejemplo, por aquellos inversores conservadores que se conformen con obtener la misma rentabilidad que el benchmark pero trabajando con una volatilidad mucho más reducida que la alcanzada por el mercado subyacente. Soy consciente de que este tipo de operativa tendrá su atractivo para muchas personas.

Una vez más, en el post de hoy hemos visto la importancia de realizar nuestro propio backtesting con cada nueva estrategia de inversión que vayamos conociendo. Si hubiésemos empezado a trabajar con el sistema 3-ATR sin ninguna validación previa, dentro de 10 años nos habría sorprendido comprobar que la técnica no consigue superar al benchmark. Nos hubiésemos enfadado mucho con los autores (no con nosotros mismos por no hacer nuestro trabajo), pero el daño ya estaría hecho y habríamos perdido 10 años de nuestra "vida financiera". Así que más vale esforzarse al principio que lamentarse después.


Recordad que el backtesting debe ser la primera fase de nuestro trabajo de campo. Posteriormente, lo ideal sería comenzar a operar la estrategia con una cuenta demo o con una cuenta de microlotes. Esta operativa controlada debería ser mantenida durante 1 ó 2 años. Pasado este tiempo, si nuestros resultados validan las proyecciones realizadas a partir de nuestro backtesting, tendríamos vía libre para comenzar a trabajar con ella en una cuenta real con lotaje estándar. Soy consciente de que hay que armarse de paciencia para seguir este proceso, pero es la forma más sensata de comenzar a operar con una nueva técnica si no queremos llevarnos sorpresas desagradables con nuestro capital.

Pues nada, esto es todo lo que había que mostrar con respecto al backtesting realizado con la estrategia 3-ATR. Espero que os sea útil a la hora de decidir si este sistema es conveniente (o no) para vuestra cartera de inversión. Cualquier duda que tengáis, como ya sabéis, podéis dejármela aquí debajo y os la contestaré lo antes posible.

Saludos.

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